Las organizaciones no pueden existir sin comunicación, si no hay comunicación es imposible que los empleados sepan qué hacen sus compañeros, que la dirección reciba información y que supervisores y líderes de equipos giren instrucciones. La coordinación del trabajo es imposible en estas condiciones, lo que provocaría el colapso de las organizaciones.
También la cooperación se vuelve imposible, dado que las personas no pueden comunicar a los demás sus necesidades y opiniones. Puede decirse entonces sin género de duda que cada acto de comunicación influye en la organización de alguna manera.
La comunicación contribuye al cumplimiento de todas las funciones administrativas básicas (planeación, organización, dirección y control) a fin de que las organizaciones puedan alcanzar sus metas y vencer los desafíos que se les presentan.
Cuando la comunicación es eficaz, tiende a alentar un mejor desempeño y una mayor satisfacción laboral la gente comprende mejor sus labores y se siente más involucrada en ellas en ciertos casos, incluso renunciará voluntariamente a algunos de sus antiguos privilegios al advertir la necesidad de hacer un sacrificio.
Los gerentes precisan de información útil y oportuna para poder tomar decisiones acertadas. La insuficiencia o deficiencia de los datos puede afectar enormemente al desempeño, dada la gran amplitud del alcance de la influencia que ejercen los gerentes. Para decirlo llanamente, las decisiones de los administradores afectan a muchas personas y a muchas actividades.
Además, la mayoría de los eslabones de la cadena de comunicación de una organización se concentran en el grupo compuesto por sus administradores. (El número de niveles administrativos puede ir de dos a más de diez en algunas compañías; el número de niveles de los empleados es por lo general de apenas uno.).
Dado que en cada eslabón se corre el riesgo de pérdidas en el contenido de la información, es lógico que sea en los niveles administrativos donde prive el mayor potencial de pérdidas. Esta posibilidad de pérdidas se vuelve proporcionalmente mayor cuando la cadena de comunicación es muy larga.
Sería muy difícil encontrar un aspecto del trabajo de un gerente que no incluya la comunicación, surgen serios problemas cuando no se entienden bien las directivas, tomar las cosas a la ligera en un grupo de trabajo produce disgustos, y lo mismo sucede cuando se distorsionan los comentarios casuales de un gerente de alto nivel , cada uno de estos casos es resultado de la interrupción, en algún lugar, del proceso de la comunicación.
Por ello, la pregunta pertinente no es si los gerentes efectúan o no la comunicación porque la comunicación es inherente al funcionamiento de una organización, más bien la pregunta pertinente es si los gerentes comunican de modo correcto o deficiente en otras palabras la comunicación en si es inevitable en las funciones de una organización.
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