Es una interrogante planteada incluso antes empezar el negocio. ¿Y si no funciona?¿Varios negocios de este rubro ya han fracasado, el mío por qué no?. Son preguntas válidas porque toda decisión tomada tiene un margen de riesgo. ¿Los riesgos son parte de un emprendimiento? Cierto, pero antes debes analizar tu situación particular y comprender el nivel de riesgo que puedes estar enfrentando.
El fracaso de un negocio es la consecuencia de factores desfavorables que pueden ser internos o externos. Los factores internos pueden ser controlables, y si las cosas no caminen bien en la empresa, es posible corregirlas con un análisis riguroso, descubriendo donde estamos cometiendo errores.
Si hablamos de los factores externos, recuerda que un negocio siempre estará influido por algunos fenómenos como la coyuntura económica, el gusto cambiante de los clientes, elementos externos que escapan de nuestro control.
¿Qué hacer si estos factores desfavorables han influido en el fracaso de tu empresa?. Hacer un análisis de la situación no basta. Es momento de investigar rigurosamente que factores internos o externos han podido desencadenar la situación. Luego compara con otros negocios de tu rubro, si se han visto influidos de la misma manera.
Antes de empezar el negocio puede que se haya hecho todo bien y seguido los pasos correctos: analizado las fortalezas y debilidades, riesgos y oportunidades, y a pesar de ello es posible que la empresa no tenga los resultados deseados. Antes del desánimo recuerda que esta realidad es una variable posible en el largo camino del emprendedor, un camino de mucho aprendizaje.
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