El ambiente físico en que se trabaja es un elemento crítico para determinar la eficiencia del sistema hombre-máquina.
Puede ser tan oscuro que ni se vean los controles, tan ruidoso que no se oigan las señales o tan frio que no se puedan operar los controles.
El problema de aumentar la producción y hacer que el trabajo sea más placentero se ha tratado de resolver mediante la introducción de cambios en el ambiente físico laboral.
Existe una diferencia fundamental entre este método y el sistema en el que aumento de eficiencia se alcanza como resultado de estudios de tiempos y movimientos.
El ambiente físico laboral es quizá el aspecto que ha sido tratado y estudiado por el mayor número de profesionales y de expertos.
No cabe duda que un ambiente físico desagradable o incomodo puede ser responsable de un descenso en la productividad, de un incremento de partes defectuosas en la producción, y de accidentes innecesarios. Además al crear un ambiente más agradable para el trabajo, se puede lograr que este resulte menos fatigante o aburrido y a lo mejor se eleve la moral del trabajador.
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