Las tarjetas de visita o de negocios son indispensables en nuestro negocio. Erróneamente muchos la consideran como un ‘elemento más’ de la papelería de la identidad corporativa, lo cual es un grave error. Ningún elemento de la papelería es ‘algo más’ o de ‘relleno’, pues todo tiene su razón de ser y una importancia especial. El error es que muchos empresarios han descuidado este aspecto, por cual no llega a sumar en el éxito de su negocio.
Las tarjetas de visita son una forma tradicional como los empresarios presentan sus datos de contacto a otras personas de negocios y clientes potenciales o a los mismos clientes. Esta información de por si otra arma de promoción de nuestra compañía, por lo cual debemos su diseño y tratar de nutrirla con información relevante e ingeniosa.
La información básica que debe ir es la siguiente:
– Nombre de la persona y / o Nombre del Negocio
– Título del individuo y un pequeño texto descriptivo otros para indicar lo que hace la persona o la nombre de la empresa. Una opción puede ser colocar algún logro relevante. Sea ingenioso, rompa paradigmas.
– La forma de ponerse en contacto con la persona. Preferiblemente debemos colocar múltiples formas, pensando en las posibilidades de los clientes. De tal forma deben ir el teléfono, fax, correo electrónico, página web, dirección postal, dirección.
Normalmente las tarjetas se entregan personalmente cuando hay un trato directo entre dos personas. Dentro del negocio mismo los clientes tienen la posibilidad de alzar estas tarjetas, por lo cual es importante tenerlas en un sitio visible. Si hay una buena concentración de clientes un empleado puede entregar una tarjeta a un cliente, para que los demás sigan el interés por conseguir una.
Estas tarjetas son muy importantes. Nacieron en Londres en el siglo XVII como una guía de mapas para llegar hacia el local del negocio. En Japón se les considera como una extensión de la persona, por lo que deben ser tratadas con honro y respeto.
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