La psicología comenzó con el estudio, de lo que parecía ser su objeto más obvio, a saber: la mente. La introspección fue el método de investigación adoptado.
Posteriormente cierto número de psicólogos rechazó la mente como objeto de estudio de la psicología y la introspección como método de investigación y se inclinaron por el comportamiento como objeto de estudio mediante la experimentación.
El conductismo, en la forma como originalmente lo propuso Watson, probo no ser enteramente satisfactorio porque muchos juzgaron que su objeto de estudio y su método de investigación eran demasiado limitantes. Sin embargo, el conductismo tradicional sobrevivió; B. F. Skinner, más que ningún otro fue responsable de su supervivencia.
Los neo-conductistas, en especial más notablemente Hull y Tolman, modificaron el conductismo, prestando atención a los procesos internos mediadores. Sin embargo, estos procesos se estudiaron a nivel conceptual; esto es, no se estudiaron a nivel experiencial.
La tradición mentalista o experiencial desarrollada por los estructuralistas, los funcionalistas, los psicoanalistas, y los psicólogos de la Gestalt, ha sobrevivido también, y por lo general está representada por sistemas tales como el psicoanálisis, la psicología humanista, y varias formas de la psicología fenomenológica. De hecho, puede decirse que a la psicología experiencial se le está prestando considerable atención, en particular en las profesiones que ofrecen asesoría psicológica.
La mayoría de los psicólogos investigadores actuales siguen la tradición neo-conductista: es decir, estas interesados en ambos estudios, el del comportamiento y el de los procesos mediadores. Más aún, ellos se interesan cada vez más en los procesos intelectuales superiores de los organismos, particularmente los del organismo humano.
Estas tendencias investigativas se aprecian mejor en el creciente desarrollo de la psicología cognoscitiva.
La psicología fisiológica es otra de las áreas actuales de la investigación psicológica.
Los recientes progresos en materia de instrumentación les han brindado a los psicólogos y a otros profesionales similares la oportunidad de hacer nuevas contribuciones significativas al conocimiento.
Podría decirse que la psicología se halla en este momento en una transición, haciendo una pausa para reflexionar sobre el curso(s) que debe seguir. El mentalismo, la fenomenología, el innatismo, el empirismo, el conductismo y demás, están todos tratando de lograr su ubicación dentro del amplio campo de la psicología. Todas estas corrientes prometen hacer contribuciones a los más amplios objetivos de la disciplina.
Puede ser que los psicólogos mantengan una actitud imparcial y democrática en relación con los enfoques y teorías, por lo menos hasta que se aprecie mejor la naturaleza de los procesos psicológicos.
Esta orientación ecléctica balanceada podría significar, quizás que la psicología está madurando como disciplina científica.
Bibliografía
Arnau, J., (1980), Psicología Experimental. Un enfoque Metodológico, México: Editorial Trillas, S. A.
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