Los desafíos que se le presentan al profesional de la comunicación, hacen ver que las destrezas y habilidades técnico operativas sobre todo frente a las tecnologías de la información y comunicación no serán la únicas fortalezas en un futuro próximo, porque en este aspecto estamos en convivencia e interacción con otras profesiones relacionadas con estas tecnologías (diseñadores, informáticos e ingenieros) por lo que habría que repotenciar la producción de contenidos para los nuevos soportes digitales, Hipermedia y virtuales, ya que en el manejo de aparatos y programas informáticos, no será el factor que garantizaría a este profesional un espacio en las nuevas profesiones.
Las tecnologías de la información y la comunicación, están abriendo nuevos campos de trabajo al comunicador que aunque no desplazan a los campos tradicionales en los medios masivos, sí plantean un reparto de tareas y una reclasificación de funciones.
En ese proceso de reconversión de la profesión se hace necesario reflexionar en la naturaleza social, ética e intelectual de la misma, para redimensionar lo que es y ha sido hasta la actualidad y poder rescatar el papel fundamental del comunicador en la consolidación de la democracia, desarrollo y la justicia social.
Si la profesión ha sido considerada como un arte, un oficio, una ciencia, tendríamos que preguntarnos cuál es el elemento central que la mantiene como una de las ofertas profesionales más atractivas del futuro. ¿Será a caso que más que una profesión con un ejercicio delimitado, es un estilo de vida que atraviesa transversalmente no solo a quienes la ejercen si no a todos los espacio de la vida moderna? ¿Será que se ha mitificado la profesión en relación a su vinculación con los sectores de poder y de su influencia social? ¿Será que lo que prevalece realmente es la potencialidad de las comunicaciones para orientar honesta y responsablemente, reducir la incertidumbre y dar sentido a la realidad que nos circunda y que cada día cambia velozmente? ¿O será que esta profesión cada vez esta mas llamada a jugar un papel central en el cambio y las transformaciones sociales por venir?.
Aunque no hay respuestas certeras, concluyentes para cada una de estas interrogantes. Es cierto que una visión integral de las nuevas profesiones relacionadas con la comunicación obligará a abrir otros espacios diferentes al reporterismo, redacción periodística, diseño de medios bajo formas clásicas y a las relaciones públicas tradicionales, las que convivirán complementariamente con procesos diversos de creación de productos informativos, elaborados electrónicamente a partir de consultas a fuentes informativas diferentes como es en la actualidad. (Bancos de datos, videoconferencias, internet, etc.) algunas veces editados y distribuidos por el mismo profesional que los produjo mediante procesos de autogestión de prácticas independientes.
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