Actualmente un problema que millones de trabajadores sufren diariamente en sus centros de trabajo, con sus colegas, superiores, jefes o gerentes; es el acoso moral, procedimientos abusivos, faltas de respeto constantes de diversas formas al trabajador, palabras o sobreentendidos, gestos y miradas que por su intención y frecuencia, afectan la integridad psíquica o física de una persona.
En muchas ocasiones, personas que hacen mal uso de su autoridad dentro de una empresa, utilizan al trabajador como un objeto destinado a satisfacer la propia necesidad de ejercicio del poder, especialmente aquéllas personas que se encuentran en un lugar de subordinación. Las estrategias abusivas suelen pasar desapercibidas para los demás trabajadores ya que por un lado, el abusador desarrolla una gran habilidad para mentir, mostrar distintos rostros (uno en la soledad del encuentro con sus víctimas y otro diferente frente a la mirada de terceros), mientras que las víctimas suelen refugiarse en el silencio, por temor a las represalias o por verguenza.
Cualquiera puede ser víctima de un acoso moral, no existe un perfil determinado que se predisponga a ocupar el rol de víctima, pero sí puede observarse que las víctimas frecuentemente son personas con una baja autoestima. Por esta razón se muestran frágiles ante acusaciones del tipo “eres un inútil”, “esto está mal hecho”, “no puedes hacer nada bien”, etc.
El círculo víctimas – victimario se da entre una persona que se niega a asumir las culpas de sus propios errores y fracasos, y otras que asumen rápidamente culpas que no necesariamente le pertenecen, o simplemente no hacen respetar sus derechos, no perciben el error de justificar el maltrato y la humillación.
Sea el caso de una persona que no cumple con eficiencia las funciones que le son asignadas; la empresa, a través de sus niveles de supervisión debe implementar las medidas que ayuden a la persona a mejorar su rendimiento, reasignar sus funciones o en última instancia, un despido. Pero el trato indigno y deshumanizante siempre debe ser visto y evaluado como una falta grave de parte de quien lo practica como forma de ejercicio de la autoridad.
A pesar de que la estructura jerárquica de la empresa, coloca a una persona que sufre de este abuso, en una situación de desventaja; no se puede tolerar ni permitir este tipo de situaciones, ya que en cualquier ámbito de trabajo y cualquiera sea la estructura jerárquica de una empresa, debe prevalecer antes que nada el respeto como personas. Si este aspecto no es una prioridad dentro de las políticas de una empresa, se debe tomar medidas más drásticas que comprometan la corrección y la sanción inmediata de estas acciones.
Mapjevi says
Esta muy claro este punto, y se verifica que todos los dias, hay mucha gente que lo sufre… pero como hacer para salir de esto??? Como hacer que la empresa y las personas que ejercen el acoso moral laboral cambie???
Como avanzar en esta situacion?