La peor forma de definir la selección de personal consiste en clasificar a las personas en “aptos e ineptos” o en “capaces e incapaces”. Esta afirmación es errónea por su carácter absoluto.
El concepto básico de una autentica selección de personal es el que todo hombre, incluso el temporalmente incapacitado, es apto para realizar una tarea específica. En el hombre hay tal variedad de posibles habilidades, como tareas específicas diferentes existen en el mundo del trabajo.
Por ejemplo, el trabajador que tiene problemas al laborar junto con otros puede rendir mucho en trabajos aislados; alguien con reacción tardía en tareas que requieren inteligencia rápida puede que sea minucioso y eficaz en labores de clasificación y evaluación; el que tiene mala vista quizás posea una extraordinaria habilidad de coordinación motora y pueda realizar un trabajo que exija la combinación de los movimientos de ambas manos.
Al estudiar la correlación existente entre la constitución física de una persona y los rasgos de su carácter y personalidad, la moderna ciencia psicológica ha establecido diferentes grupos o “tipos” de hombres que poseen rasgos comunes, tanto en su aspecto externo como en su manera de ser.
a. Selección sistemática
La selección de personal nunca se detiene: Es una operación continua. No termina con la entrevista inicial, ni con las pruebas de aptitudes, habilidades, conocimientos y actitudes a las que debe someterse todo candidato a determinado cargo. Tampoco con la entrevista que el futuro jefe inmediato y el jefe de personal hacen al candidato, ni al verificar las referencias de sus anteriores trabajos.
La selección de personal es una función continua, ya que se extiende todo el tiempo que los trabajadores y ejecutivos prestan servicios en la empresa. Es responsabilidad solidaria de cada jefe de departamento y de división, así como del jefe de personal y de los supervisores inmediatos, observar el trabajo cotidiano del personal de la empresa.
Esta observación metódica debe enfocarse en la manera de trabajar, el modo de relacionarse y comunicarse con los demás, el interés en aprender, así como la habilidad de aprender, asimilar y aplicar los conocimientos obtenidos.
Una autentica observación y evaluación del personal junto con su adecuada colocación dan a cada quien la oportunidad de rendir mas y consecuentemente, de obtener mayor satisfacción en el trabajo.
b. Distribución de talentos
La selección de personal consiste básicamente en la utilización y distribución inteligentes de los talentos y aptitudes de los empleados y obreros, de acuerdo con las exigencias de cada trabajo.
Una adecuada selección y distribución reduce al mínimo el desperdicio de recursos humanos. Sin embargo, se alteran por completo sus verdaderos objetivos si es concebida y utilizada como instrumento de reducción y eliminación de personal. Este es uno de los defectos más frecuentes en el ámbito empresarial.
La experiencia es la suma de aciertos y errores de un trabajador, sometidos a sensata y eficaz autocritica. El capital invertido en tiempo y dinero por las empresas en cada uno de los miembros de su personal debe estimarse no solamente en términos de remuneraciones, aumentos, bonificaciones y adiestramiento, sino también respecto al costo para la empresa de los errores cometidos por los trabajadores y sus consecuencias, lo que viene a ser el precio de la llamada “probada experiencia”.
Si bien es cierto que una adecuada selección de personal resulta indispensable en todo tipo de puestos y en todos los niveles jerárquicos, en la línea de mando reviste mayor responsabilidad.
Deja una respuesta