En un mundo globalizado en el que las cosas cambian con gran velocidad y donde cada vez se esperan resultados inmediatos, la estructura básica del ser humano no ha cambiado y la paciencia es aún necesaria para el logro de resultados en la vida y el trabajo.
La paciencia es hoy en día una cualidad casi olvidada. Los cambios nos acostumbran a esperar resultados inmediatos, como por ejemplo; los juegos electrónicos que nos condicionan a responder de una misma forma, el internet que nos da acceso inmediato a la información que queremos, la televisión satelital que puede difundir una señal televisiva a grandes extensiones de terreno, independientemente de su área orográfica, entre otros. La competencia y la globalización permiten que el servicio mejore en cualquier negocio, acostumbrándonos a esperar resultados inmediatos.
Pero no todo es inmediato en la vida, existen actividades que requieren mucha paciencia. En lo personal, se necesita de paciencia y perseverancia, para reemplazar un hábito, aprender una habilidad o lograr nuestras metas. En el nivel organizacional, necesitamos paciencia para entender las demoras naturales de los sistemas empresariales, cuando contratamos nuevo personal, al implementar un proceso de calidad, al implementar una estrategia competitiva, entre otros. Los beneficios toman tiempo en materializarse y brindar resultados.
Aunque muchas veces resulte un proceso difícil, tener paciencia con los ciclos naturales de la vida y el trabajo, brindarán posteriormente sorprendentes resultados.
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