El rol del emprendedor es vital en una compañía, pues este asume el liderazgo que debe proyectar a todos los integrantes de la empresa. Pero un error común en muchos líderes es centralizar todas las funciones y decisiones hacia su persona, sin escuchar consejos u opiniones de otros miembros. No se debe olvidar que la mayoría de empresas exitosas han basado su éxito en un líder visionario, pero bien respaldado por un equipo de directivos muy competentes, encargados de subsanar equivocaciones y falencias de la jerarquía superior. Finalmente nadie es perfecto.
El clima entre el líder de la compañía con los colaboradores debe ser incluso mejor que el clima laboral que se intenta proyectar al mando medio. Los fracasos en muchas grandes empresas no se debieron a una deficiente fuerza laboral, sino a una deficiente relación entre los directivos. De esos casos tenemos a News Corp. o Lehman Brothers, compañías que tomaron decisiones equivocadas por discrepancias entre las ‘cabezas’ y los ‘colaboradores’.
¿Dónde conseguir a estos colaboradores eficaces? Esta es otra tarea que corresponde al líder. Usualmente muchas personas que se inician en el mundo de los negocios suelen recurrir a círculos cercanos. No hay una fórmula que nos diga si esto es bueno o malo.
Pero lo ideal es que las personas que rodean al gerente sean capaces de identificar los errores del líder y más importante, se lo hagan saber. No se necesitan aduladores que acepten complacientemente todas las disposiciones de la gerencia, pues su función como directivos y colaboradores es reconocer las fallas existentes por el bien de la compañía. En este punto, la actitud humilde del líder juega un rol fundamental.
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