No siempre se puede conseguir que los empleados realicen las funciones de la forma que uno desea y tiene que ver bastante con un déficit en las estrategias de manejo de personal. Por ello los supervisores deben mejorar las formas de trato al personal, para conseguir el siempre esperado aumento en la productividad.
Hay muchos empleados que comúnmente tienden a mostrar cierta resistencia cuando se realizan programas de actualización y mejora dentro de la empresa. Estos mismos se ponen a la defensiva cuando se trata de evaluar el desempeño mediante la consecución de objetivos.
Por tanto un supervisor debe ser capaz de monitorear desde el primer día las razones que impiden al empleado cumplir con las expectativas. Estas pueden provenir por el ambiente de trabajo, mal entrenamiento, error en el supervisor o tal vez quien falla es el trabajador. Pero se debe distinguir las causas de la baja productividad y rendimiento.
Hasta el momento de descubrir la causa del mal desempeño de los empleados, el supervisor tiene que asumir el rol de líder dentro de su grupo, mostrarse siempre abierto y dialogante a cualquier duda que pueda existir y ser un ejemplo de calidad de trabajador, cumpliendo los horarios y las normas internas de la empresa.
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