Grupos o equipos. Muchos incluso pueden confundirlos como sinónimos, pero hay una gran diferencia entre ambas palabras. Desde sus objetivos y modo de actuar. ¿Qué es lo que necesita más tu empresa? ¿Cómo se consigue?
Si nos remitimos a una simple idea de definiciones, pues diremos que son un conjunto de personas. Pero existe un elemento diferenciador, se puede decir vital si pensamos en la funcionalidad dentro de la empresa: objetivos específicos.
¿Y cómo funciona esto? Por ejemplo un grupo de 11 personas con una camiseta serán un club de fútbol, pero su objetivo dentro del partido y el esquema de juego que utilicen les permitirá ser un equipo (ahora sabemos porque tanto se aprecia el juego de equipo).
En las organizaciones siempre existieron y existirán grupos, desarrollando tareas dentro de la empresa. Pero cuando se necesitan objetivos específicos y tareas especializados se necesita de equipos. Mucho tiene que ver la naturaleza de la empresa.
¿Y cómo llegar a la conformación de un equipo? Liderazgo es la palabra clave. El líder es esencialmente quien debe responsabilizarse porque el equipo funcione de la forma más eficiente de acuerdo al objetivo que se intenta conseguir. Pero el líder también tiene que motivar.
Nunca se conseguirá un buen equipo sin un buen líder, pues este analizará las fortalezas de cada integrante para enfocarlos a un objetivo común. Cuando las potencialidades se combinan, se obtiene un efecto que es mayor que la suma de las potencialidades de todos los integrantes, y esto es precisamente la sinergia. Algo mayor que una suma, que una multiplicación.
Tal vez dentro de tu empresa ya habrás notado que hay algunos objetivos específicos que no se han llegado a concretar. Es hora de empezar a actuar y asumir el liderazgo de tu grupo, analizando las potencialidades, delegando funciones, generando sinergia y motivando.
Agregue un comentario