1. Consideraciones Generales
La ósmica es la ciencia de los olores. El olfato es importante para el ser humano y para los animales que viven con poca luz, animales nocturnos; pues permiten la selección de alimentos que proporcionan sensaciones agradables, cazar a sus presas, evitar a sus depredadores, y su supervivencia o en la selección sexual y el apareamiento (mariposa gitana).
Los animales por el olfato se clasifican en:
a) Macrosmáticos , poseen agudo sentido del olfato.
b) Microsmáticos, su capacidad olfativa es menor.
C) Anosmáticos , carecen de la olfación : ejemplo el delfín y la ballena.
2. El estímulo químico adecuado y los olores
El estímulo químico del olfato es una sustancia volátil y fácilmente vaporizable ( gaseoso) y soluble al agua y a las grasas (lípidos) a fin de penetrar en la película acuosa y capa lipoide de los receptores olfativos ( el agua en estado volátil es inodoro).
Tenemos como ejemplo las siguientes sustancias orgánicas: frutas, carne, heces fecales, glándulas productoras de aroma en los animales, el arsénico al calentarse huele a ajo, el fluor, cloro, bromo, yodo y los halógenos; son olorosas cuando forman moléculas diatónicas. En estado politónico el fósforo amarillo huele a ajo, el oxigeno en forma de ozono huele a ajo o a cloro.
3. Anatomía del sistema olfativo
El receptor, es un epitelio olfativo o mucosa olfativa, ubicado en ambos lados de la cavidad nasal, dividida por el septum nasal.
El epitelio son células largas, estrechas, en forma de columnas ( 1 micra de diametro ) de color café amarillento y un total aprox. A 10,000 células olfativas.
Las células se conectan con el bulbo olfativo del cerebro a través del glomérulo y de aquí se dirige a la región del uncus.
El estímulo químico en contacto con el aire, genera pequeñas corrientes en remolino, estimulando el epitelio olfativo, aquí entran en funcionamiento los tres huesos turbinados de la nariz que estimula a los cilios, la información llega al bulbo y de aquí a la región del uncus.
4. Umbrales del olfato
El olfato es más sensible que el gusto. El olfato percibe 10,000 veces más sustancias que el gusto. Por ejemplo, una molécula de mercaptano odoriza 50 trillones de moléculas de aire. El escatol (fecal) un miligramo del mismo, produce un olor desagradable en un salón de 500 metros de largo, 100 metros de ancho y 50 metros de alto.
El olfatómetro, fue inventado por el fisiólogo holandés Zwaardemaker, que consiste en un tubo de vidrio dentro de un tubo odorante más grande.
La unidad de medición del olfato es la «olfatia», se la define como «la longitud del tubo odorante en centímetros, expuesto a la corriente del aire al alcanzar el umbral».
Para excitar a un solo receptor se requiere de 1 a 9 moléculas de olor, para llegar al umbral se requiere de 40 receptores.
Se tienen las siguientes formas de estimulación:
a) Monorrínica , cuando la estimulación se da a través una sola fosa nasal.
b) Dirrínica, cuando la estimulación se da simultáneamente a través de las dos fosas nasales.
c) Dicorrinica , cuando el estímulo oloroso es diferente para cada fosa nasal.
La exaltolida (umbrales y sexo) es un aroma de lactona sintético y almizcloide que se utiliza como fijador en los perfumes, varia en la mujer, pues se acentúa el olor en la etapa del ciclo menstrual. No es percibido por la niñas ni los hombres, sólo por las mujeres maduras.
En el umbral diferencial, para que se perciba un cambio de olor la concentración del mismo debe aumentar en 25%.
Uno se adapta al olor cuando aumenta el umbral, disminuye la sensibilidad al olor.
En algunos casos las consecuencias de adaptación pueden resultar peligrosas. En las minas se hace uso de animales como los canarios para detectar el nivel de concentración del gas metano.
Se da el nombre de adaptación cruzada, cuando la adaptación a un olor, afecta el umbral de otro olor o de otros. Por ejemplo, el alcanfor, eucalipto, aguenol; elevan el olor de los otros olores. En cambio el benzadehido, produce escasos cambios.
5. Funciones psicológicas de la olfación: Las feromonas.
Las feromonas , son comunicadores químicos (del griego Pherein «transportar y Horman» excitar) o sustancias químicas secretadas al ambiente externo e intercambiadas entre los miembros de una misma especie.
Los mamíferos infraprimates como los artrópodos lo utilizan como un medio de supervivencia: Búsqueda de alimentos, evitar depredadores, sexo, transmitir información para orientarse, en el marcaje territorial, agresión o reconocimiento de especies. Algunos otros feromonas, sirven como señales de alarma, liberadoras de sustancias sexuales (perras en estado de celo).
Las abejas obreras cuando encuentran alimento despiden un aroma (geraniol o citral) que sirve de aviso y comunicación a las otras obreras sobre el lugar donde se encuentra el alimento. Algunos prosimios lo usan para marcaje territorial y conducta sexual (orín du los perros).
La eliminación del bulbo olfatorio, en algunas especies interiores como las ratas, anulan la olfación y por ende se modifica la reproducción de las mismas.
En los seres humanos, existen también las feromonas. Se utilizan sustancias de animales en la fabricación de perfumes. Tenemos:
a) Perfumes elaborados de la civetona, producida por la bolsa glandular anal de la civeta macho y hembra (félido del África y del Asia).
b) Perfume del almizcle (venado almizclero) de las glándulas sexuales de este animal.
El compuesto de la orina humana, posee olor al almizcle. La secreción vaginalfemenina, posee ácidos grasos volátiles que estimulan la atracción sexual. El esquizofrénico, emite un olor acídico.
McClintock, comprobó en un estudio sobre el ciclo menstrual en estudiantes universitarias que vivían juntas en la residencia, que menstruaban casi al mismo tiempo.
Esto se explicó por la permanente interacción a que estaban sometidas.
El uso de desodorantes, anula las feromonas humanas.
6. Teoría sobre los olores
6.1 Teoría estereoquímica. Según sea la forma y el tamaño de las sustancias estimulantes, encajarían en la forma y tamaño de los receptores, como la llave en una cerradura.
6. 2 Teoría de la intensidad: Según sea la intensidad del estímulo, para que se produzca una sensación odorífica.
Bibliografia
Salas, J. (2004). Neuropsicología. Perú
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