Los seres humanos en su mayoría, están acostumbrados a comer comida chatarra, donde las empresas multinacionales sin duda juegan un papel importante, ya que gracias a la globalización y sus efectos, tienden a convertir a las personas, en consumidores frecuentes de estos productos.
Los alimentos chatarra, productos comestibles artificiales, elaborados con ingredientes, aditivos químicos sintéticos alterados, son ricos en nutrientes energéticos como azucares, harinas y aceites, y son carentes de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales, enzimas, coenzimas y fibras dietarias.
La comida chatarra se ha convertido en uno de los pecados capitales de nuestro tiempo y en muchos países se ha generado controversia y debates acerca del consumo de estos, pues está comprobado que elevan artificialmente los volúmenes de azúcar en la sangre, por tanto los niveles de colesterol. Igualmente dañan las proteínas de todas las células del cuerpo como por ejemplo de la sangre, del cristalino de ojos, del sistema nervioso central, del sistema neuroendocrino, de las articulaciones, de la piel, de los músculos etcétera. Por lo tanto dañan e inflaman todo el organismo.
Esto demuestra que los niños en particular consumidores de chatarra son los más afectados. Si bien es cierto aportan casi exclusivamente energía, produciendo un déficit de casi los demás nutrientes, su consumo conlleva además de la adicción, a problemas de obesidad, entre otros.
Debido a sus componentes, la comida chatarra estimula también el apetito y la sed, lo que supone un gran negocio para aquellas empresas que ofrecen este tipo de comida. Sin embargo, la comida chatarra puede ser perjudicial si se consume en gran cantidad, ocasionando otros problemas de salud. Está asociada también a la comida rápida ( fácil de elaborar) y al ocio (su consumo supone prestigio social entre los adolescentes) a un bajo precio.
El debate entre los consumidores en contra de la comida chatarra y las empresas que las ofrecen, manifiestan un eterno problema. Muchos empresarios en estos rubros, aseguran que retirar la comida chatarra del mercado “lastimaría a la economía” ya que la mayor parte de población comprendida entre los 4 a 25 años de edad la consumen. ¿Cuál es entonces la responsabilidad que asumen las empresas dedicadas a este rubro en cuestión de la salud de sus consumidores? No hay una respuesta certera a esta interrogante, pero sí existe una afirmación que bajo estudios muestra que; “la que ya está severamente lastimada es la “salud” de la infancia debido a los actuales y altos índices de obesidad, entre otros problemas de salud.
interesante