Desórdenes emocionales o desórdenes de conducta (DE/OC) son dos términos confusos usados para describir niños quienes tienen dificultades al relacionarse con otras personas o el tener conducta aceptable socialmente. En el área de la educación especial se suele usar el término «desorden emocional’ pero la mayoría de profesionales en las áreas de psicología y psiquiatría· prefieren el término «desorden de conducta». Ambos términos se usarán intercambiablemente.
Los desórdenes emocionales o los desórdenes de la conducta en los jóvenes constituyen un grupo complicado de problemas emocionales y del comportamiento. Los niños y adolescentes que sufren de estos desórdenes tienen mucha dificultad en seguir las reglas y en comportarse de manera socialmente aceptable.
DEFINICIÓN EN EL ÁREA EDUCATIVA
Hay muchos términos para describir los desórdenes emocionales o del comportamiento. En la actualidad, estos están calificados de «problemas emocionales serios» (serious emotional disturbance). Los desórdenes emocionales serios se definen como una condición en la que se exhibe una o más de las siguientes características a través de un largo periodo de tiempo y en grado intenso lo cual afectan desfavorablemente el rendimiento escolar del niño:
– Una incapacidad de aprender, que no puede explicarse mediante factores intelectuales, sensoriales o de salud;
– Una incapacidad de formar o mantener relaciones interpersonales con los compañeros y profesores;
– Comportamiento o sentimientos inapropiados, bajo circunstancias normales;
– Un estado general de descontento o depresión; o
– Una tendencia a desarrollar síntomas físicos o temores asociados con problemas personales y escolares.
En esta definición educativa es difícil incluir específicamente a niños «socialmente mal ajustados» o en «desajustados socialmente», lo cual ha ocasionado una serie de críticas y sugerido se proponga una nueva definición y se denomine oficialmente a la categoría como «desorden emocional o conductual».
CARACTERÍSTICAS
Algunas de las características y comportamientos típicos de los niños y jóvenes con desórdenes emocionales o con desórdenes de conducta (DE/DC) incluyen:
– La hiperactividad (la falta de atención, impulsividad);
– Agresiones o un comportamiento que puede resultar en heridas propias;
-Retraimiento (falta de iniciar intercambios con los demás; el retiro-de los intercambios sociales; temores o ansiedades excesivas)
– Inmadurez (el niño llora en ocasiones inapropiadas; temperamento; habilidad inadecuada de adaptación);
– Dificultades en el aprendizaje (rendimiento académico por debajo del nivel correspondiente al grado).
Los niños con los problemas emocionales más serios pueden exhibir un pensamiento distorsionado, ansiedad, actos motrices raros, y un temperamento demasiado variable .A veces son identificados como niños con una psicosis severa o esquizofrenia. Muchos niños que no tienen un problema emocional pueden experimentar algunos de estos comportamientos durante diferentes etapas de su desarrollo.
Sin embargo, cuando los niños tienen serios problemas emocionales, este tipo de comportamiento continúa a través de largos periodos de tiempo. Su comportamiento nos indica que no están bien dentro de su ambiente o entre sus compañeros.
Identificación de los Desórdenes Emocionales/ Conductuales (DE/DC) en el Área Educativa
La mayor preocupación son los efectos de la conducta
Los estudiantes identificados por las escuelas con serios trastornos emocionales son, por lo general varones, mayores de 13 años, y que pertenecen a familias con bajos ingresos económicos. Muchos proceden de hogares con solamente el padre o la madre. Debido a que estos estudiantes no reciben la gama completa de servicios necesarios, por lo general no alcanzan resultados escolares óptimos: aprueban menos materias; faltan más días de clase; tienen calificaciones más bajas; repiten de año, y abandonan la escuela más frecuentemente que otros estudiantes con discapacidades.
Y en cuanto a su comportamiento, todos los niños con DE/DC exhiben algunas veces conductas inapropiadas. Dichas conductas se dan continuamente a lo largo del tiempo y en grado extremo: son demasiado agresivos o demasiado aislados, demasiado ruidosos o demasiado callados, demasiado eufóricos o demasiado depresivos. Además estas conductas son exhibidas en ambientes no aparentes.
Muchas veces no hay nada malo en lo que ellos hacen, sólo el cuándo y dónde hacen eso. Muchos niños sin discapacidades suelen actuar como los que padecen desórdenes emocionales y de conducta, pero no con tanta frecuencia e intensidad. Y por supuesto, muchos niños con desórdenes emocionales y de conducta son agradables.
En resumen: niños con DE/DC presentan conductas que son consideradas indeseables o inapropiadas. Estas conductas difieren de las conductas de niños normales en tres cruciales dimensiones: 1) Severidad.- los extremos a los que llega su conducta; 2) cronicidad.- el periodo de tiempo en el que exhiben las conductas inapropiadas, y 3) contexto.- el tiempo y lugar donde manifiestan esas conductas.
SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN/CARACTERÍSTICAS
Las tradicionales clasificaciones psiquiátricas o de la psicología clínica (DSM-IV) no han sido útiles para los profesores de educación especial. Algunas clasificaciones (Achenbach y Edelbrock, 1983; Quay, 1979) han identificado como a) agresivos, rudos, con búsqueda de atención e hiperactivos; b) ansiosos,· hipersensitivos, temerosos y aislados; delincuente, truhan, o antisocial.
El más simple y productivo sistema de clasificación para los educadores tradicionalmente comprende dos categorías: LEVE O MODERADO y SEVERO. Los estudiantes clasificados como leves o moderados pueden usualmente, ser ubicados en clases regulares si los profesores consiguen ayuda en manejo de la conducta. O pueden ser ubicados en aulas de recursos donde pasan sólo una parte del día con profesores especiales.
Ocasionalmente algunos de estos estudiantes deben ser ubicados en aulas especiales de donde suelen retornar en dos o menos años. Los estudiantes con problemas severos son ubicados en escuelas especiales o instituciones. Algunos nunca ingresan al sistema educativo.
CONCEPTOS Y CARACTERÍSTICAS USADAS EN PSICOLOGÍA CLÍNICA Y PSIQUIATRÍA
Según Hinshaw y Anderson, (1996, en Mash y Barkley, 1996) como las conductas son influenciadas y definidas de acuerdo al contexto cultural, quizás las perspectivas antropológica o social del funcionamiento antisocial deberían recibir primacía. Por tanto el uso de los términos y conceptos debe tomar en cuenta diferentes aspectos:
Primero.- desde una perspectiva legal los niños o adolescentes con conducta antisocial son denominados como infractores o delincuentes.
Segundo.- investigaciones empíricas psicológicas frecuentemente distinguen entre forma de conducta externalizada, (conducta dirigida hacia fuera, disruptiva, no controlada) caracterizada por impulsividad, hiper-reactividad, agresividad y acciones antisociales de conducta internalizada ansiosos, disfóricos, aislados.
Tercero.-en la tradición psicopatológica de formar categorías, «desorden de conducta» (DC) y recientemente «desorden oposicionista desafiante» (DOD) son los dos principales tipos de «desórdenes disruptivos de la conducta» (DSM-IV, 1994). El DOD es caracterizado por conductas mucho más severas de conductas agresivas y antisociales que comprenden la inflicción de dolor o la negación de derechos de los otros.
Cuarto.- el término más usado en adultos con persistente despliegue de conductas antisociales es el de «desorden de la personalidad antisocial».
Como es notorio en las últimas décadas se ha enfatizado en el despliegue persistente de múltiples e ilegales conductas con una historia antes de la adultez de desorden de la conducta. Este concepto puede diferenciarse de la concepción alternativa de psicopatía la cual enfatiza factores internos de tendencias de la personalidad.
SUBTIPOS DE CONDUCTA AGRESIVA Y ANTISOCIAL
Algunas distinciones dicotomizadas pueden ayudar a plantear el tema:
Primero, agresión interpersonal puede ser verbal o física, esta distinción no es sólo descriptiva de la conducta actual, sino que se presenta a través del desarrollo. Agresión física se inicia temprano en el desarrollo, aumentando en los años preescolares. La persistencia de altos niveles de agresión física dentro de la niñez (primaria) puede ser signo de la necesidad de atención clínica, así como la exagerada agresión verbal dentro de los años preescolares.
Segundo, la agresión puede ser categorizada como instrumental versus hostil: La agresión instrumental es caracterizada por infantes que lloran, exigen, arrebatan juguetes, la cual puede ser conceptualizada como actualización de pertenencia o manifestación del Yo.
Tercero, una distinción no estudiada es la agresión directa versus indirecta. A la agresión directa corresponderían las manifestaciones verbales y físicas, expuestas anteriormente. La indirecta, como por ejemplo incluir a una tercera persona para desquitarse o difundir rumores, es más frecuente en niñas que en varones.
Cuarto, conducta agresiva puede ser distinguida como proactiva (amenazar sino se hace algo, atemorizar) versus reactiva. Se ha afirmado que la agresión reactiva está relacionada con déficit y distorsiones en los procesos cognitivos de información, incluyendo la inadecuada utilización de las señales en las relaciones interpersonales, y tendencia a atribuir intentos hostiles de otros en situaciones de interrelaciones ambiguas. Esta distinción parece tener implicaciones importantes.
Finalmente, de forma amplia la conducta antisocial puede ser clasificada como abierta, ejemplificada por la mayoría de conductas expuestas previamente y encubiertas, caracterizadas por acciones clandestinas de mentir, robar, destruir propiedad, abusar de sustancias, vagabundeo, o incendio.
DEFINICIÓN EN EL ÁREA DE PSICOLOGÍA CLÍNICA
Según la DSM-IV (1994) desorden de conducta (DC) «es un patrón de comportamiento persistente y repetitivo en el que se violan los derechos básicos de otros o importantes normas sociales adecuadas a la edad del sujeto. Estas conductas pueden ser agrupadas en cuatro grupos: 1) comportamiento agresivo que causa daño físico o amenaza con él a otras personas o animales 2) comportamiento no agresivo que causa pérdidas o daños a la propiedad, 3) fraudes o robos, y 4) violaciones graves de las normas. Tres o más comportamientos característicos deben haber aparecido en los últimos 12 meses y por lo menos un comportamiento en los últimos seis meses, provocando deterioro de la actividad social, académica o laboral.
El trastorno puede diagnosticarse en mayores de 18 años siempre y cuando cumplan los criterios de Desorden Antisocial de la Personalidad.
Los niños o adolescentes con OC suelen iniciar comportamientos agresivos ante otros, pueden ser fanfarrones, amenazantes o intimidantes, iniciar las peleas, utilizar algún arma, ser cruel físicamente con personas o animales, robar, fraudes o extorcionar con violencia; forzar a una actividad sexual; destrucción de la propiedad. Los niños antes de los 13 años permanecen hasta altas horas de la noche fuera de la casa a pesar de prohibiciones; fugas, faltar a la escuela. En mayores deben presentarse conductas equivalentes .
Criterios para el diagnóstico de Desorden de Conducta (Trastorno disocial) de la DSM-IV
a. Un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad, manifestándose por la presencia de los siguientes criterios durante los últimos 12 meses y por lo menos de un criterio durante los últimos 6 meses:
Agresión a personas y animales
l. A menudo fanfarronea, amenaza o intimida a otros.
2. A menudo inicia peleas físicas.
3. Ha utilizado un arma.
4. Ha manifestado crueldad física con personas.
5. Ha manifestado crueldad física con animales.
6. Ha robado enfrentándose a la víctima (por ej. ataque con violencia, arrebatar bolsos, extorción, robo a mano armada.
7. Ha forzado a alguien a una actividad sexual.
Destrucción de la propiedad
8. Ha provocado deliberadamente incendios con la intención de causar daños graves.
9. Ha destruido deliberadamente propiedades de otras personas (distinto de provocar incendios).
Fraudulencia o robo
10. Ha violado el hogar, la casa o el automóvil de otra persona.
11. Ha menudo miente para obtener bienes o favores o para evitar obligaciones (tima a otros).
12. Ha robado objetos de cierto valor sin enfrentamiento con la víctima (por Ej. robo de tienda, pero sin allanamiento o destrozos; falsificaciones).
Violaciones graves de normas
13. A menudo permanece fuera de casa de noche a pesar de las prohibiciones paternas, iniciando este comportamiento antes de los 13 años de edad.
14. Se ha escapado de casa durante la noche por lo menos dos veces, viviendo en la casa de sus padres o en un hogar sustituto (o sólo una vez sin regresar un largo periodo de tiempo).
15. Suele hacer novillos en la escuela, iniciando ésta prácticamente antes de los 13 años de edad.
a. El trastorno disocial provoca deterioro clínicamente significativo de la actividad social, académica o laboral.
b. Si el individuo tiene 18 años o más, y no cumple criterios de trastorno antisocial de la personalidad.
Especificar el tipo en función de la edad de inicio:
Tipo de Inicio Infantil: se inicia por lo menos una de las características criterio de trastorno disocial.
Tipo de Inicio Adolescente: ausencia de cualquier característica criterio de trastorno disocial antes de los 10 años de edad.
Especificar la gravedad:
Leve: pocos o ningún problema de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico y los problemas de comportamiento sólo causan daños mínimos a otros.
Moderado: el número de problemas de comportamiento y su efecto sobre otras personas son intermedios entre «leve» y «grave».
Grave: varios problemas de comportamiento exceden de los requeridos para establecer el diagnóstico o los problemas de comportamiento causan daños considerables a otros.
SINTOMAS O TRASTORNOS ASOCIADOS
Características descriptivas y desórdenes mentales asociados
– Escasa empatía y poca preocupación por los sentimientos, deseos y bienestar de los otros.
– Especialmente en situaciones ambiguas interpretan mallas intensiones de los otros.
– Pueden ser insensibles y con pocos sentimientos de culpa.
– Autoestima baja. Poca tolerancia a la frustración. A veces tasas de incidentes mayores.
– Puede estar asociado a inicio temprano de conductas como actividad sexual, beber, fumar, consumir sustancias ilegales o realizar actos temerarios.
– Ideaciones e intentos de suicidio más frecuentes.
– Puede estar asociado a pobre inteligencia y bajo rendimiento académico.
– Predisponentes: rechazo y abandono parental, temperamento infantil difícil, prácticas educativas inconsistentes y disciplina dura, abusos físicos o sexuales, falta de supervisión, primeros años en instituciones, cambios frecuentes de cuidadores, familia numerosa, asociación a grupos delincuentes y ciertos tipos de psicopatología familiar.
PREVALENCIA
Menos de 18 años: 6 al 16%. En mujeres 2 al 9%. En educación se ha considerado 2%. Actualmente hay datos entre el 1% a 25%. Lo que sí es claro es que es el grupo menos atendido en todo el mundo.
CURSO
A veces entre los 5 y 6 años, usualmente al finalizar la infancia o iniciar la adolescencia. Inicio precoz predice pronóstico peor.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Usualmente se le trata de diferenciar de la Conducta Oposicional (negativista, desafiante), Desorden de la Atención con o sin hiperactividad. Otros desórdenes como episodios maníacos, trastornos de la adaptación, desórdenes del humor, desorden de la personalidad, desórdenes psicóticos, y otros.
ETIOLOGIA
Hasta el momento, las causas de los desórdenes emocionales o los desórdenes de la conducta no han sido adecuadamente determinadas. Aunque algunas causas pueden incluir factores tales como la herencia, daño al cerebro, desórdenes mentales, dieta, el haber sufrido abuso, vulnerabilidad genética, el fracaso escolar y las experiencias traumáticas de la vida, etc., ningún estudio ha podido demostrar que alguno de estos factores sea la causa directa de los desórdenes de la conducta.
Según Patton, Blackbourn y Fad (1996) las causas pueden ser:
Alteraciones bioquímicas
– Tipo de nutrición: deficiencias vitamínicas, alergias a alimentos.
– Disfunción del sistema nervioso central y daño cerebral
– Factores genéticos hereditarios.
– Factores relacionados con el desarrollo infantil (traumas infantiles).
– Inadecuado autoconcepto, no ha desarrollado adecuada introspección, autopercepción, sensibilidad.
– Inadecuado aprendizaje conductual, puede explicar sólo trastornos leves.
– Factores ecológicos, la conducta desviada depende mucho de dónde y con quién interactúa el niño.
Probablemente el DE/OC resulte de la interacción de muchos factores incluyendo predisposición genética, bases biológicas, factores familiares y sociales, expectativa de la escuela y comunidad y estrés que pueden precipitar los problemas de conducta.
Garwood y Sheehan (1989) enumeran otros factores de riesgo: pobreza, madre o padre adolescentes solteros, bajo peso al nacer, anormalidades congénitas, síndrome fetal alcohólico, maltrato infantil, pobre nutrición, envenenamiento ambiental, falta de hogar, abuso de sustancias y violencia.
MODELOS CONCEPTUALES DE INSTRUCCIÓN Y TRATAMIENTO
El tratamiento de los niños con desórdenes emocionales o de conducta puede ser complejo y retador. El tratamiento se puede proveer en una variedad de escenarios dependiendo de la severidad de los comportamientos. Además del reto que ofrece el tratamiento, se encuentran la falta de cooperación del niño y el miedo y la falta de confianza de los adultos. Para poder diseñar un plan integral de tratamiento, el psicólogo de niños y jóvenes puede utilizar la información del niño, la familia, los maestros y de otros especialistas para entender las causas del desorden.
La terapia de comportamiento y la psicoterapia generalmente son necesarias para ayudar al niño a expresar y controlar su ira de manera apropiada. La educación especial puede ser necesaria para los jóvenes con problemas de aprendizaje. Los padres frecuentemente necesitan asistencia de los expertos para diseñar y llevar a cabo programas de administración especial y programas educativos en la casa y en la escuela. El tratamiento puede también incluir medicamentos para algunos jóvenes, como aquéllos que tienen dificultad prestando atención, problemas con sus impulsos o aquéllos que· sufren de una depresión.
Hoy en día se reconoce que tanto las familias como los niños necesitan apoyo. Las familias de niños con problemas emocionales pueden necesitar ayuda para comprender la condición de su niño y aprender a trabajar efectivamente con él o ella. Pueden recibir ayuda de psicólogos u otros profesionales en salud mental que trabajan en el sector público o privado. Los niños deben recibir servicios basados en sus necesidades individuales, y todas las personas que trabajan con ellos deben estar al tanto del cuidado que están recibiendo. Es importante coordinar todos los servicios entre hogar, escuela, y comunidad terapéutica, manteniendo abiertas las vías de comunicación.
El tratamiento raras veces es corto ya que toma mucho tiempo establecer nuevas actitudes y patrones de comportamiento. Sin embargo, el tratamiento, el tratamiento a tiempo ofrece una oportunidad para considerable mejoría en el presente y una esperanza de éxito en el futuro.
Según Patton, Blackbourn, y Fad (1996) Existen varios modelos o enfoques para educar a los niños con desórdenes emocionales y de conducta y cada uno de ellos defiende ser el mejor. Por tanto es necesario tomar en cuenta tres aspectos. Primero, existen varias formas de agrupar a los modelos, a veces usando solamente distinta terminología. Segundo, relativamente pocos profesionales quedan
«prisioneros» de un modelo aún así piensen que es el mejor. Tercero, se puede tener dificultades viendo a todos los modelos conceptuales méritos. Es mejor ser guiado por los hallazgos de las investigaciones.
a) Modelo Psicoanalítico. Los educadores que siguen este modelo tienden a aceptar clases permisivas en la cual el niño pueda «trabajar a través de él o expresar sus problemas subyacentes libremente». Se suele dar énfasis a dos aspectos: 1) una actitud de aceptación del profesor hacia los sentimientos del niño y 2) un entendimiento de las motivaciones inconscientes de la conducta del niño.
Algunas de las críticas del modelo incluyen: hay muy poca investigación empírica que apoye que el modelo es útil. Primero, se suele encontrar reportes anecdóticos o casos que afirman resultados favorables pero pocos tienen sustento en metodolog1a científica. Segundo, este modelo no se centraliza en mejorar la conducta actual del estudiante. Es muy difícil captar los cambios internos en el estudiante cuando éste continúa presentando conducta disruptiva. Y, tercero, el tiempo empleado es muy largo en este modelo.
b) ModeloPsicoeducativo. Este modelo no está bien definido, implica combinación de ideas psicoanalíticas acerca del inconciente y motivación y pone el mayor interés en la relación profesor – alumno. También hay preocupación por las conductas que se evidencian y por el progreso académico, primariamente mediante conversaciones con el alumno y tratando que el estudiante alcance el «insight» de sus propios problemas, este modelo ofrece mucho de su enseñanza a través de proyectos y arte creativo. Si bien el modelo ofrece ventajas, también adolece de investigación empírica sobre sus resultados.
Los programas educacionales para los niños con problemas de comportamiento o emocionales deben incluir atención en los ramos académicos, el desarrollo de habilidades sociales, un mayor control y amor propio. Los programas de preparación profesional, tanto vocacionales como académicos, constituyen una parte principal de la educación secundaria de estos niños. Se recomienda que la preparación profesional sea considerada como parte del Programa de Educación Individualizado («lndividualized Education Program,» o PEI) de cada adolescente.
Los Programas de Educación Individualizados (PED de los alumnos que son elegibles para recibir servicios de educación especial bajo la categoría de desórdenes emocionales serios pueden incluir servicios psicológicos o de asesoramiento. Estos importantes servicios relacionados están disponibles bajo ley y deben ser provistos por una trabajadora social, psicólogo, consejero escolar, u otro personal calificado.
Otro modelo que tiene sus rutas en el modelo psicoeducativo es el «Entrenamiento Cognitivo Conductual de Modificación» el cual si tiene investigación empírica que lo apoye.
c) Modelo Humanístico: Términos que describen este modelo son: no autoritario, autoevaluativo, abierto, personal. Este modelo surgió de la Psicología Humanista y dio lugar de las «escuelas abiertas», «escuelas alternativas» a fines de los sesentas (60s) e inicios de los 70s. Estas aproximaciones tratan de dar· más énfasis al área afectiva de la educación y tratar-que el alumno esté más envuelto con su propia educación. Algunas de sus importantes contribuciones han sido resaltar lo que se siente al aprender, tener éxito, fracasar, ser un alumno, ser un profesor, en general lo que se siente ser un ser humano. Desafortunadamente los proponentes del modelo han desarrollado más una educación no tradicional sin documentar bien su efectividad eh mejorar el aprendizaje académico y conducta.
El modelo humanístico sostiene que los niños con DE/DC están desorientados respecto a sus propios sentimientos y que no pueden encontrar satisfacción en los entornos educativos regulares.
d) Modelo Ecológico. En este modelo se hace énfasis en la comprensión que todos los niños están inmersos en un complejo sistema social. Consecuentemente, se debe considerar todo el sistema social y no sólo al niño como un ente aislado. Los educadores deberían preocuparse por el niño en el aula, en su familia, en su vecindario y otros ambientes sociales. Como principio general son importantes estas consideraciones al usar otras estrategias de tratamiento o educación. Los tratamientos consisten en enseñarle a funcionar dentro de la familia, el barrio y la comunidad.
e) Modelo Conductual. Este modelo incluye ideas básicas como 1) la conducta puede ser observada y medida directa y confiablemente, 2) los excesos o déficits de la conducta son el problema, no los sentimientos subconscientes; y 3) la conducta es una función de sus consecuencias y puede ser modificada cambiando las consecuencias. Si la conducta del niño es aprendida, entonces las conductas del niño con DE/DC es que aprendieron conductas equivocadas. La solución es enseñarle nuevas y más apropiadas conductas. Este modelo es apoyado por rigurosa investigación, y es compatible con otros modelos. Uno puede hablar sobre temas significativos con el niño acerca de su conducta (psicoeducativo), cuidar de sus sentimientos e individualidad (humanístico), y tomar en cuenta los aspectos ambientales (ecológico) y aún ser un buen conductista. Sin tener como base al conductismo los otros modelos son menos significativos.
La modificación o control del comportamiento mediante refuerzos positivos es uno de los métodos más comunes para ayudar a los niños y jóvenes con desórdenes emocionales o del comportamiento.
Sin embargo, hay muchos otros métodos que también han sido exitosos y pueden ser usados junto con la modificación de la conducta. Estos incluyen la Intervención del Espacio Ambiental y la Resolución de Conflictos.
SUGERENCIAS PARA TRABAJAR CON ESTUDIANTES CON DE/DC.
l. Niños con DE/DC son expertos en problemas suyos. Por ejemplo, estos niños pueden tratar de convencer que sus problemas para seguir las reglas de la clase son por fallas del profesor.
2. Los niños deberían saber bien qué es lo que se espera de ellos. Estos niños necesitan saber qué está bien y qué está mal.
3. Cuando se haga una regla o se imparta una instrucción, diga al niño las consecuencias de hacer o no hacer la instrucción, sea consistente en aplicar las consecuencias: Antes de decir lo que debe hacer el niño, considerar si al hacerlo es apropiado o importante; si las consecuencias son razonables o deseables y si usted puede cumplir con las consecuencias.
4. No espere amor y atención en retorno. Si todo lo que necesitaran los niños con DE/DC fuera amor, se les podría curar pronto. Si se quiere ayudarlos se les debe dar amor, afecto y Consistentes consecuencias sin la expectativa de usted recibirá respeto, amor o gratitud en retorno.
5. No exija perfección o un gran progreso, espere mejorías graduales. Habrá días malos y días buenos.
6. Trate intensamente de trabajar con las familias de los niños con DE/DC. La comunicación es muy importante. Los cambios de conducta serán más rápidos si los padres y profesores son consistentes con sus expectativas.
PROGRAMAS PARA NIÑOS CON CONDUCTA INADECUADA
Hemos dicho que los niños con DE/DC pueden ser retraídos o excesivamente agresivos. Su educación se desarrolla por lo general en clases regulares con la ayuda de los servicios de equipos psicológicos, trabajadores sociales y logopedas.
BIBLIOGRAFIA
Jacobo Bustinza, Félix. (2008) Psicología Excepcional: Estudio de niños y jóvenes con necesidades educativas especiales. Arequipa, Perú.
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