Les guste o no los supervisores siempre son el centro de atención. La gente tiende a hacer las cosas como las hace el supervisor.
Los trabajadores lo admiran y siguen su ejemplo, si el supervisor o jefe llega temprano y empieza su trabajo a tiempo, los otros se inclinaran a portarse de igual manera.
Si a usted le es indiferente la hora en que llega a trabajar, ¿Por qué cree que los trabajadores deben preocuparse por ser puntuales? Si se retira diez minutos antes del término de la jornada, la gente que trabaja con usted tampoco se quedara mucho más tiempo. Si a pesar de que usted suele escaparse temprano de su trabajo, espera que la gente se quede trabajando hasta el último minuto, simplemente está soñando.
Toda persona que ejerce la jefatura, supervisión o dirección de una empresa debe tener presente que si respeta las normas y reglas de seguridad, los demás se inclinaran a respetarlas igualmente.
Pero si por ejemplo el jefe prende un cigarrillo en un área donde está prohibido fumar, ¿Por qué sus subalternos no podrían fumar allí también?
Si usted es entusiasta, los que trabajan con usted posiblemente también lo serán, si sonríe frecuentemente es casi seguro que la gente de su departamento no andará con el ceño fruncido.
El ejemplo más importante que puede dar cualquier supervisor es el empeño con el que realiza su trabajo. Si el jefe no se afana ni se entusiasma, ¿Por qué deberían hacerlo los demás?
El lema de la infantería: “Síganme”, dice mucho. El sargento que ordena a sus hombres atacar al enemigo debe ir a la cabeza de la carga. Lo mismo sucede con un supervisor, lo que él hace es tan importante como lo que pide hacer a la gente. Le guste o no, usted es el ejemplo para todos.
Los hechos dicen más que las palabras
Reflexione sobre qué tipo de ejemplo da usted en la empresa respecto a : la puntualidad, la organización de sus tareas, el esmero en su vestimenta de trabajo, la política de la compañía, el cumplimiento de una jornada completa de trabajo, su empeño personal y su entusiasmo.
Agregue un comentario