Si bien la realidad nos dice que las grandes empresas son más propensas a sufrir fraudes desde la misma compañía debido a su gran número de empleados, el impacto suele ser menor comparado con una empresa pequeña, debido a que dispone de mayores recursos.
No existe un manual mágico para impedir los fraudes, pues si alguien ha tomado tal decisión no hay duda que lo realizará. Pero un empresario puede disminuirla ocurrencia de estos hechos siguiendo algunas pautas:
1. Realizar un diagnóstico inicial: observar periódicamente las aéreas de la empresa y determinar sus fortalezas y debilidades. Aquellas que muestren alguna falencia pueden ser más propensas a cometer una estafa.
2. Crear un canal de denuncia: se debe facilitar canales de confianza que permitan a los empleados denunciar robos o estafas y hasta delictivas dentro de la empresa, sin temor a represalias.
3. Reforzar los valores de la empresa: se debe contar con un plan de comunicación adecuado que permita difundir los valores de la empresa así como las sanciones a las faltas al reglamento interno.
4. Dar un trato correcto a la denuncia: una vez que recibida una denuncia sobre alguna falta grave como robo o prácticas indebidas, es necesario ser cuidadoso y minucioso con la investigación. También se debe tener cuidado con la elección de la sanción y como esta se hara conocer a ala empresa.
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