Antecedentes Biográficos
Walter Mischel nació en Viena, Austria en 1930. Recibió su título de bachiller en la New York University, su maestría en Psicología en la City College of New York, y su doctorado en Psicología en la Ohio State University.
Durante su permanencia en la Ohio State University fue influido por Julian Rotter y George Kelly, quienes habían propuesto teorías cognoscitivas importantes. En la actualidad ha reunido diversos teóricos y terapeutas sobresalientes de la conducta cognoscitiva en la Standford University. Ha escrito varios libros muy importantes: Personality and Assessrnent, 1968; Introduction to Personality 3° Ed. 1981, Essentiaes of Psychology1980. También ha escrito muchos artículos para revistas en los que trata su investigación sobre variables cognoscitivas.
Mischel sostiene somos capaces de hacer discriminaciones sumamente finas entre los estímulos en nuestro medio, y que también podernos generar múltiples conductas adaptativas y de ajuste para enfrentarnos a las diversas situaciones de estímulo.
Mischel critica los enfoques unilaterales de formulación de los modelos de la personalidad. Los conductistas extremos por lo general son sítuacionistas, debido que pone mayor énfasis en las causas ambientales.
Por ejemplo el modelo del refleje condicionado sostiene que toda la conducta consiste de reflejos no aprendidos o condicionados.
Un enfoque situacionista es el propuesto B.F. Skinner, quien afirma que los reforzadores seleccionan y moldean la conducta. Este punto de vista sostiene que la conducta depende de la historia de reforzamiento de la persona.
Cada situación selecciona conductas específicas, aunque a través del fenómeno de la generalización podernos emitir las mismas conductas u otras semejantes ante estímulos similares . La consistencia en la conducta es resultado de la generalización de estímulos y conductas.
El enfoque personalístico sostiene que las dimensiones internas de la personalidad son las principales determinantes de la conducta. Los rasgos, disposiciones, necesidades o estilo de vida determinan las conductas. Representantes como Freud y el estilo de vida de Adler, los tipos constitucionales de Sheldon.
Allport quien sigue un método de los rasgos, ciertamente hace una concesión a la variabilidad situacional igual que la variabilidad de la conducta. Sostiene que para conocer el funcionamiento de esta característica tendríamos que identificar las situaciones que ponen de relieve el centro de disposición del rasgo y el grado de conducta que lo expresa.
No obstante, Mischel es más concreto al especificar el mecanismo de las variables de la persona.
En su libro de 1968, Mischel revisa la literatura experimental que trata de la consistencia y predecibilidad de la conducta. Descubrió que muchos de los recursos de medición no son buenos pronósticos de la conducta en situaciones de la vida real. Además no tubo pruebas de que los expertos en evaluación clínica se distinga así mismos por hacer predicciones válidas.
Entonces Mischel define la Naturaleza humana como:
“Algo tan compleja y multifacética que es imposible una clasificación y comparación fácil en cualquier dimensión sencilla o de complejidad simple, organizada en forma única en base a sus experiencias previas y sus experiencias futuras”.
Mischel aprecia la naturaleza tan compleja y variable de la conducta humana y la influencia penetrante de los estímulos, propone diversas variables de la persona que tiene un papel perdurable para determinar las conductas.
Variables de la persona en el aprendizaje social cognoscitivo
Mischel rechaza la postulación de dimensiones subyacentes amplias, factores básicos, motivos penetrantes o estilos de vida característicos.
Sostiene que nuestro amplio repertorio de conducta es muy adaptable a la multiplicidad de situaciones únicas para cada quien. Dice que somos capaces de hacer discriminaciones finas entre la gran cantidad de estilos y situaciones que encontramos diariamente y que podemos generar una gran variedad de conductas. Mischel dice ” Los seres humanos son capaces de una gran diferenciación en su conducta, y muestran una adaptabilidad y discriminación extraordinaria cuando se enfrentan a un medio continuamente cambiante.
Mischel cree que incluso un ligero cambio en una situación puede producir cambios notables en la conducta. Se refiere a esos pequeños cambios en las condiciones de estímulo como variables moderadoras, por que alteran la naturaleza de la conducta.
Mischel propone diversas variables cognoscitivas que sostiene que cada persona puede evaluar. Explican la gran variación en la conducta que con frecuencia se observa en experimentos que tratan de identificar determinantes de disposición fijos en la personalidad.
Construcción Cognoscitiva y Conductual De La Suficiencia
Mischel se refiere a las habilidades de conocer y comportarse. En una situación particular debemos despejar el conocimiento y habilidades para adaptarnos o comportarnos adecuadamente.
Por construcción de la suficiencia, se refiere al uso creativo de nuestras capacidades de conocimiento y potenciales de conducta. Considérese un problema; el automóvil no enciende. La solución a esta situación depende del conocimiento y conducta que podamos generar.
Reaccionamos a los estímulos al generar diversas cogniciones y patrones de conducta. Continuamente interactuamos con las situaciones estas producen actividad cognoscitiva y conducta, pero nuestras acciones también alteran las situaciones que encontramos.
Si no tenemos las cogniciones y las habilidades apropiadas, no podemos enfrentarnos al problema. Sin embargo, el conocimiento y las habilidades pueden adquirirse a través del aprendizaje por observación o a través de nuestras propias experiencias directas. Podemos incrementar nuestra capacidad que genera cogniciones y habilidades, según Mischel en una persona que tiene facilidad de palabra puede emplear esta habilidad en muchas situaciones. Una persona que sabe ser asertiva puede utilizar este conocimiento y habilidad en muchos contactos humanos.
Codificación de Estrategias y Constructos Personales.
Mischel ve la conducta en su sentido más amplio si una persona es agresiva tendríamos que estudiar no solo la expresión obvia en la conducta, sino las intenciones que motivaron la conducta agresiva. La agresión derivada del odio es totalmente diferente de la que resulta de un acto doloroso accidental.
Nuestras imágenes, conceptos y suposiciones de valor influyen en gran medida la manera de procesar la inforrnación1 y finalmente los tipos de conducta que ocurren en situaciones específicas.
Ejemplo, la influencia del prejuicio en las funciones preceptúales y de conducta. El prejuicio provoca que las personas perciban la conducta de manera rígida, el prejuicio puede ser tan penetrante que el proceso perceptual se ve distorsionado gravemente como cuando percibimos cualidades que no tiene el otro.
Mischel afirma que actuamos según nuestros constructos en vez de basarnos en los estímulos instigadores. Nuestras categorías para intentar la información pueden ser tan amplias y estar también organizadas que constituyen un estilo cognoscitivo, como por ejemplo represores contra sensibilizadores, dependencia contra independencia, rigidez contra flexibilidad.
Expectativas De Las Consecuencias De La Conducta Y De Las Consecuencias Del Estímulo.
Todos necesitarnos conocer las expectativas de estímulo y conducta de la persona así corno el valor que le asigna la persona a las consecuencias potenciales; debernos conocer también corno regulan la persona sus propias conductas, es decir los valores, normas y estrategias auto generadas que gobiernan la conducta.
Mischel dice “generarnos conducta según nuestras expectativas aun cuando no estén en concordancia con las condiciones objetivas en una situación”.
En cualquier situación una persona tiene suficientes conductas posibles: la que se selecciona depende de sus expectativas de éxito o fracaso.
Las expectativas son nuestras hipótesis acerca de las posibles conductas y sus consecuencias, dichas expectativas pueden ser reveladas directamente por una persona a través de informes verbales sobre sus creencias relativas a las probabilidades de resultados.
Se suelen entender las expectativas como relaciones condicionales entre la conducta y a consecuencia. La persona razona si se utiliza una estrategia particular de conducta; entonces es probable que ocurra cierta consecuencia.
Las hipótesis “si entonces” incluyen grados de probabilidad podemos confiar que cierta estrategia funcionará e igualmente confiar que una diferente no lo hará. Las expectativas pueden ser bastantes específicas para una situación dada o ser generalizadas.
Mischel y Staub descubrieron que las expectativas pre situacionales afectan significativamente la elección de la conducta en situaciones en la que no tenernos mucha experiencia, sostiene que las expectativas muy específicas de vuelven característicamente la fuente principal de ejecución corno ejemplo la adaptación exitosa a un medio requiere que uno aprenda rápidamente las reglas para una conducta eficaz. Estas son las expectativas que adquirirnos.
Quienes desean influir en la conducta de los demás pueden promover más expectativas funcionales mediante procedimientos de modelamiento y de instrucción.
Según Mischel, nos dice que algunos procedimientos de modelamiento operante utilizados con tanta frecuencia con animales son ineficaces en los seres humanos. Formamos nuestras expectativas no solo en relación con las consecuencias probables de nuestra conducta, sino también con el significado de los estímulos y situaciones.
Mischel también considera que los estímulos sirven como signos que nos informan acerca de las posibilidades (expectativas) que tenemos en situaciones particulares. Los significados del estímulo son variables significativas de la persona. Aprendemos a discernir el significado de señales sutiles y de cambios en las señales, inmediatamente construimos conductas para enfrentarnos a las circunstancias que anuncia la señal.
Aprendemos numerosas correlaciones entre los signos de conducta y las consecuencias.
En el área de percepción de la persona se han identificado muchas variables: No mirar nunca a los ojos, labios apretados, cuerpo obeso, edad, sexo, y otras características que no son tan obvias para predecir· las conductas. Aunque dichos juicios pueden ser correctos en un pequeño número de casos, el hecho de que algunas veces sean predictivos es suficiente para retenerlos. Aunque el significado de los signos de estímulos sea típicamente personal, hay signos culturales que adquieren un significado amplio para un grupo en particular.
Mischel subraya la especificidad de las expectativas respecto de las consecuencias del estímulo y las consecuencias de la conducta. Las situaciones tienen significados específicos y solo son suficientes ligeros cambios en esas situaciones para alterar su significado.
Mischel afirma que: Si las expectativas se convierten en disposiciones globales parecidas a rasgos y extraídas de su interacción cercana a las condiciones situacionales es probable que se vuelvan tan inútiles como sus diversos predecesores teóricos. Por otra parte si se elaboran como hipótesis (” si entonces”) relativamente específicas (y modificables) acerca de las contingencias se vuelven evidente que ejercen efectos importantes sobre la conducta.
Valores de estímulo Subjetivo
Mischel introduce el constructo del valor de estímulo subjetivo que Rotter y Hochreich encontraron necesario para explicar los determinantes de la conducta de un individuo.
El valor percibido de los hechos de considerarse junto con nuestras hipótesis del éxito o el fracaso.
El valor de los reforzadores juega una función determinante significativa sobre la elección de la conducta, como preferencias a versiones que sirven como motivación para activar las conductas; las motivaciones se combinan con las probabilidades esperadas de manera muy individual. Míschel opina que los reforzadores sirven como incentivos para la ejecución de ciertas conductas en una situación, en vez de otras conductas posibles los reforzadores no son fortalecedores sino inductores.
Las elecciones de estímulo pueden medirse. Una persona puede indicar sus preferencias verbalmente o en situaciones de elección real .
Mischel llama conducta de alta frecuencia, la cual ocurre en situaciones particulares; dichas conductas pueden utilizarse para reforzar conductas de baja probabilidad. El juego tiene una ocurrencia natural mayor para el trabajo. Por consiguiente el juego puede usarse como reforzador para el trabajo.
Las actividades con valor de objetivo alto para un individuo pueden servir como incentivo para promover conductas instrumentales dirigidas hacia la consecución de objetivos deseados. En estas situaciones, los objetivos parecen ser reforzadores para las conductas instrumentales, pero Mischel ve los valores de objetivo como inductores más que fortalecedores de la conducta y las actividades sobre valoradas pueden servir como motivadores para efectuar actividades poco valoradas.
Mischel afirma que el valor de estímulo es un asunto altamente personal y que las respuestas emocionales condicionadas pueden jugar una parte importante. Ciertos estímulos adquieren capacidad para evocar emociones a través de experiencias condicionantes agradables o desagradables.
Sistemas y Planes de Autorregulación
Nuestra conducta se afecta ciertamente por consecuencias externas; no obstante podemos influir nuestra propia conducta si establecemos objetivos, metas, normas, recompensas, consecuencias y estrategias de solución de problemas por nosotros mismos; así también podemos establecer nuestras propias reglas de autoreforzamiento.
Bandura considera el desarrollo de sistemas de autorregulación como un indicador de madurez. Podemos liberarnos más de las fuerzas de control de nuestro medio si somos capaces de resistir las distracciones que causarían que nos desviáramos de nuestros objetivos.
Podemos impedir el poder de control que los demás pueden ejercer con nuestros propios autoreforzamientos y actitudes de autogobierne.
Establecemos nuestros propios criterios de ejecución y nos recompensamos y castigamos a nosotros mismos. Formulamos nuestras propias reglas de conducta y las estrategias para aplicarlas.
Incluso la anticipación de objetivos positivos o negativos puede producir estados emocionales que promuevan o impidan la conducta dirigida a un objetivo, por tanto el autocontrol puede ser auxiliado mediante estrategias para controlar o producir dichos estados.
Mischel resume los mecanismos de autorregulación como:
- Establecer reglas que especifiquen objetivos y normas de ejecución
- Implantar las consecuencias de lograr o fallar en lograr esos criterios.
- Inventar auto instrucciones y transformaciones de estímulo cognoscitivo para lograr el autocontrol necesario para alcanzar el objetivo.
- Organizar reglas y planes para la consecución y terminación de la conducta compleja.
Aplicación a la Terapia
Terapia de la conducta
Lo son las teorías de la personalidad y la personalidad es “algo que existe y que puede conocerse su estructura, funcionamiento y desarrollo”. Lo contrario a este punto son les conductistas radicales que relacionan la conducta con acontecimientos ambientales y que pusieron en duda las variables deducidas de la personalidad; en esta discusión debe tenerse en cuenta que los conductistas moderados, los teóricos del aprendizaje social cognoscitivo se parecen a los teóricos tradicionales de la personalidad en que aceptan las variables que intervienen en la personalidad entre el medio y la conducta.
El tratamiento tradicional de los trastornos de la personalidad se llama psicoterapia (tratamiento de la psique). Por consiguiente la psicoterapia se ocupa del tratamiento de los trastornos de la personalidad.
Si un conflicto es el problema principal y si las conductas inconscientes son el síntoma, al eliminar el conflicto se aliviará el problema.
Los psicoterapeutas tradicionales tienden a utilizar métodos de cambio de la personalidad, para tratar la personalidad han utilizados métodos como asociación libre, análisis de los sueños, reflexión, atención empática, sondeo de los traumas pasados, descubrimiento de la represión promoción de experiencias personales y autodescubrimiento; estas técnicas se utilizan para explorar y tratar la psique.
Los terapeutas de la conducta al derivar sus técnicas de los principios de la condicionamiento clásico y operante, creen que la personalidad total, incluso si pudiéramos conocerla, rara vez está trastornada solo lo están partes o conductas específicas.
A este respecto, el terapeuta de la conducta puede ser como un modificador de la conducta que trata de alterar las conductas inadaptativas y remplazarlas por otras eficaces.
Terapias conductuales cognoscitivas
Dice la conducta no procede directamente de los estímulos sino que es resultado de diversas variables cognoscitivas.
Bandura ha demostrado que tanto el condicionamiento clásico como el operante en los seres humanos están notablemente influidos por las cogniciones de los estímulos o las expectativas de respuesta.
Los procesos cognoscitivos determinan lo que es prominente, lo que se recordará y que conductas ocurrirán, los componentes de la conducta son interdependientes.
Incluyen los procesos cognoscitivos, los afectivos, los motivacionales y los ambientales.
Procesamientos de Modificación de la Conducta Cognoscitiva
Trabajo con niños. Los procedimientos de modificación de la conducta cognoscitiva se han utilizado para estudiar problemas en los niños relacionados con el control de impulsos y la agresividad. Dichos estudios han demostrado que se puede enseñar el autocontrol a los niños mediante un programa de adiestramiento por auto instrucción. Este programa puede incluir aprendizaje vicario a través de la observación de un modelo de conducta apropiada y las estrategias de conducta. Uno de los objetivos del trabajo con los niños es ayudarlos a ir más despacio; a pensar antes de que actúen impulsivamente. Se les animaba a permanecer con el problema hasta que habían tratado diversas alternativas de solución, cuando solucionaban los problemas, se les enseñaba a recompensarse a sí mismos.
Los conductistas cognoscitivos han hecho una concesión a su teoría de las formas cruciales de cognición. El nombre dado por ellos es el de metacognición; la metacognición se refiere al conocimiento acerca del conocimiento.
John Flavell uno de los experimentadores más destacados en estas áreas, afirma que tenernos metacogniciones sobre tres aspectos del funcionamiento cognoscitivo: Personas, tareas y estrategias.
Conocernos cosas sobre nuestras propias fuerzas y debilidades cognoscitivas y la forma de compararlos con otros, ejemplo, podemos saber que somos torpes con las herramientas pero buenos con las palabras.
También tenernos cogniciones acerca de las tareas que debemos ejecutar.
Conocernos acerca de las estrategias que podemos utilizar, aprendernos muchas estrategias en el transcurso de la solución de problemas que enfrentamos en nuestro desarrollo.
Muchas investigaciones se han dirigido a estudiar los estilos cognoscitivos que se refieren a series preceptúales e interpretativas amplias.
Tenemos experiencias meta cognoscitivas cuando aprendemos acerca de nuestras actividades cognoscitivas, o las experimentamos. Conforme ejecutamos las tareas cognoscitivas a menudo nos darnos cuenta de nuestros propios sentimientos de éxito o fracaso.
El conocimiento y las experiencias metacognoscitivas nos ayudan a adquirir habilidades importantes. A una persona que le falte habilidades metacognoscitiva, tendrá dificultades para enfrentarse a la vida.
Hay diversos medios auxiliares metacognitivos para enseñar habilidades como por ejemplo las grabaciones de video, caricaturas, libros de trabajo y otros. El profesor cumple el papel principal de modelador de la conducta del niño.
Trabajo con adultos. La terapia de la conducta cognoscitiva con adultos en esencia no es diferente de la utilizada con los niños, excepto que se emplean métodos especificas apropiados para adultos y se tratan problemas diferentes. Los métodos de cambio cognoscitivos incluyen:
Modelamiento de conductas y verbalizaciones apropiadas en relación con estrategias de comportamiento.
Promoción de pruebas de auto instrucción.
Enseñanza de las habilidades de auto vigilancia y automanejo.
Promoción de las relaciones entre la conducta y sus consecuencias.
La sugerencia de Bandura, a saber, todos los componentes de la conducta, ambientes, conocimientos, emoción y motivación deben considerarse en un programa global de cambio. La concentración en cualquiera de los componentes aislados ha probado ser menos eficaz que un sistema total.
Referencia Bibliográfica
Luza, R., (2005), Psicología de la Personalidad, Arequipa, Perú
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