Antecedentes Biográficos.
Psicoanalista austriaco radicado en EEUU, se dedicó a estudiar y tratar desórdenes graves de la personalidad, especialmente los fronterizos, esquizofrénicos y las personalidades narcisistas.
Recibió influencias de la psicología del yo y de H. Klein, entre otros, y sus elaboraciones se han centrado en la teoría de la internalización de las relaciones objétales. Es presidente de la IPA desde 1995.
Kernberg nace en Viena el 10 de setiembre de 1928. Estudió medicina en la Universidad de Chile, donde se especializó en psiquiatría. Comienza formándose en psiquiatría clásica descriptiva, poniendo énfasis en la fenomenología, el diagnóstico diferencial, los síndromes orgánicos cerebrales y la esquizofrenia.
Siempre en Chile, en el Instituto creado por el Dr. Matte-Blanco recibió la influencia de la psicología del yo, y luego fue cambiando hacia una posición kleiniana.
Con una beca, viaja a EEUU en 1959 para investigar con psicoterapias, lo que representó su gran oportunidad para acercarse al psicoanálisis desde otro enfoque.
Trabajando en hospitales, aprendió el manejo de la entrevista personal, así como técnicas de investigación en psicoterapia y terapia de grupo. Kernberg había empezado a practicar psicoterapia con pacientes esquizofrénicos, lo que le resultó fascinante. Pasa de una atmósfera kleiniana a una sullivaniana, y tras recibir un ofrecimiento de la Fundación Menninger, decide quedarse en los EEUU, donde encontró mayores posibilidades que en Chile debido al gran desarrollo profesional, social, cultural y financiero. Su acceso al tratamiento, sesión por sesión, de personalidades severamente perturbadas, lo llevó a desarrollar sus propios planteas con pacientes bordeline y narcisistas, encontrando que la teoría de las relaciones objétales podría articularse con la psicología americana del Yo (Erikson, Jakobson y Mahier). Tomó aportes del Middie Group Británico, de Fairbairn y de Klein. Hasta el momento actual, Kernberg se dedica al estudio y tratamiento de las perturbaciones de la personalidad, sobre todo de los cuadros fronterizos, y sus elaboraciones metapsicológicas se centraron en la teoría de la internalización de las relaciones objétales. Buscó puntos de confluencia de diversas perspectivas teóricas, y ha incursionado también en la teoría general de los sistemas para analizar la dinámica institucional. Hoy vive en New York, tiene una esposa y tres hijos. Fue elegido presidente de la IPA (International Psychoanalytical Association), en 1995.
OTTO KERNBERG
Otto Kernberg concuerda con Freud y Kohut en que muchas personas que sufren de trastornos narcisistas tienen padres que fueron indiferentes, fríos y también hostiles y vengativos hacia ellos en forma sutil. Kernberg enfatiza además la cantidad atípica y elevada de autorreferencia en las relaciones interpersonales de los individuos narcisistas y en la desigualdad entre sus autoimágenes en apariencia exageradas y su insaciable necesidad de la aprobación de otras personas.
Mientras su ansia de admiración y aprobación puede llevar a otros a pensar que los narcisistas son dependientes, Kernberg cree que en realidad son incapaces de confiar en otras personas y, por consiguiente, de depender de los demás.
Kernberg también se ha enfocado en lo que son llamados trastornos de personalitad «limítrofe». Fue en la década de 1950 que los analistas y terapeutas comenzaron a describir un tipo de paciente que era incapaz de realizar.
Introspección, desarrollar solucionar los problemas. Estos pacientes con frecuencia tenían cambios de estado de ánimo intensos y tendían a considerar a los otros significativos en sus vidas como todos buenos o todos malos. Estos pacientes exhibían tendencias orales tales como necesidades de dependencia y estilo incorporativo pero también tendencias agresivas potentes, en particular con referencia a sus luchas edípicas.
Les modelos psicoanaliticos de esa época encontraron desconcertantes a esos pacientes. El término «limítrofe» al principio denominaba a una persona que una parte del tiempo y la manifestación de episodios psicóticos en otras ocasiones. Con el tiempo, la definición fue reducida y en los criterios del DSM-IV de 1994, se considera que una persona presenta un trastorno de personalidad trastorno limítrofe si exhibe cinco o más características clínicas específicas. Kernberg preferiría, sin embargo, un diagnóstico y explicación de trastorno limítrofe basado en una descripción causal de relaciones históricas anteriores.
Kernberg introdujo la noción de división fallar en consolidar las experiencias positivas y negativas entre el individuo y las demás personas para explicar los cambios intensos que son evidentes en las relaciones interpersonales de un individuo limítrofe. Las personas limítrofes oscilan de acá para allá entre imagen ser capaz de percibir a una persona amorosa que a veces acepta y en otras ocasiones rechaza. Kernberg describe esta conducta:
En una sesión, la paciente puede experimentarme como el ser humano más ama los problemas se han solucionado. Tres sesiones más tarde, puede reñirme como a la persona más despiadada, indiferente y manipuladora que haya conocido. Infelicidad total con el tratamiento, lista a abandonarlo y no regresar jamás.
Kernberg prefiere tratar a los pacientes limítrofes frente a frente en sesiones intensivas tres o más veces por semana. El terapeuta desempeña un papel más activo del que es típico en el psicoanálisis clásico. Al inicio se pone énfasis en la conducta actual en vez de en los acontecimientos pasados. El método de tratamiento de Kernberg, al cual llamo psicoterapia expresiva orientada psicoanaliticamente, difiere del psicoanálisis clásico en que no se permite que se desarrolle una transferencia completa de la neurosis ni se resuelve la transferencia por medio de la sola interpretación. En vez de esto, el terapeuta describe con claridad y discute las distorsiones aparentes de la realidad del paciente, tales como una percepción distorsionada del terapeuta.
Kernberg, Selzer, Koenigsberg, Carr y Appelbaum sugirieron que la interpretación tiene tres etapas: esclarecimiento del paciente a sus problemas, confrontación del paciente con las contradicciones internas inconscientes e interpretación del significado de las represiones en el aquí y ahora en el allá y entonces.
Kenberg, ha sugerido que la libido y la agresión, los dos impulsos propuestos por Freud, deben ser observados como una jerarquía compuesta por la estructura de sentimientos que constituyen los «ladrillos» de estos impulsos. Declaró que en lugar de considerar a las zonas erógenas como la fuente de la libido, concebimos a la fuente como un estado emocional máximo de excitación sexual que abarca a todas las funciones activadas fisiológicamente y zonas del cuerpo combinadas en una relación padre-hijo de excitación erótica. La furia, por otra parte, se forma de la emoción necesaria alrededor de la cual se ensambla el sentimiento de agresión como un impulso.
Las diferencias entre Kohut y Kernberg proporcionan un contrapunto interesante. Kohut cree que los trastornos de personalidad narcisista son el resultado de fallas empáticas, mientras que Kernberg cree que esos trastornos de personalidad son el resultado de impulsos no neutralizados. Por tanto, Kohut se enfoca mucho más en el dominio interpersonal mientras que Kernberg enfatiza la dimensión intrapsíquica.
Para Kernberg, la agresión es una fuerza de motivación importante. A este respecto cree que Kohut falló en reconocer la importancia de analizar las transferencias negativas. Además sugiere que un terapeuta debe enfatizar con cuáles pacientes se ha dividido al igual que sus experiencias subjetivas. Al mismo tiempo, es cuidadoso en no permitir que sus pacientes sientan que su curación es esencial para su propio bienestar debido a que alimenta la omnipotencia del paciente. Kernberg también cree que la psicología del yo está omitiendo una consideración seria de los determinantes culturales de la excitación sexual al igual que de los intrapsíquicos y biológicos.
Si se vive en un país árabe donde las mujeres están todas cubiertas con excepción de Europa Occidental donde todas la mujeres van con el busto desnudo, entonces se tiene una actitud diferente hacia la estimulación erótica que si lino hubiera sido educado en la atmósfera puritana del medio oeste estadounidense 30 años antes.
En fecha más reciente, Kernberg, ha sugerido cambiar pero no abandonar la teoría del impulso de Freud. Su cambio reconoce el rol básico de los afectos en la estructura de los impulsos y une las causas neuropsicológicas de los afectos primitivos con las primeras experiencias interpersonales de bebés y niños como causas de la formación de la personalidad. También busca esclarecer cuestiones sobre las asociaciones de la agresión, la furia y el odio. Está convencido de que las alteraciones de la personalidad son causadas por las estructuras psíquicas formadas bajo la influencia de los primeros acontecimientos emocionales y otros acontecimientos que son significativos. En su trabajo más reciente, actualiza su teoría, enfatizando las distorsiones debidas a la agresión en la transferencia y la contratransferencia, y aplica su teoría a la gama completa de los trastornos de la personalidad.
Referencia Bibliográfica
Luza, R., (2005), Psicología de la Personalidad, Arequipa, Perú
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