Teoría del Temperamento
Arnold Buss y Robert Plomín introdujeron su teoría en 1975. Buss imparte psicología en la Universidad de Texas en Austín y Plomin es Profesor Distinguido de Desarrollo Humano en la Universidad Estatal de Pennsylvanía en Uníversíty Park, Pennsylvanía. Su teoría es un modelo de interacción del temperamento de la personalidad que también combina conceptos biológicos, del aprendizaje y de rasgos.
Buss y Plomin sugieren que diversas disposiciones innatas o heredadas son influidas por la interacción con el ambiente. La interacción entre el temperamento y el ambiente en la estructuración de la personalidad es importante en particular en la infancia temprana, aunque hay límites en cuánto puede modificar el ambiente la disposición básica.
Por medio del análisis factorial, Buss y Plomin identificaron cuatro dimensiones de temperamento que pueden ser recordadas con las siglas EASI;
Emocional contra impasible: La persona emocional es excitada con facilidad y responde con mayor intensidad que la impasible.
Activo contra letárgico: El individuo activo por lo general está ocupado y con prisa en comparación con el letárgico de ritmo más lento.
Sociable contra separado: La persona sociable es afiliativa, busca a los demás y les responde. El individuo separado tiende a preferir estar solo.
Impulsivo contra deliberado: Las personas impulsivas responden con rapidez, mientras que las deliberadas inhiben sus respuestas y las planean.
Para determinar cuáles disposiciones de personalidad deben ser denominadas en forma apropiada temperamentos, Buss y Plomin emplearon cinco criterios. El más importante es que un temperamento tiene un componente genético. Debido a que es heredado, se puede esperar que el temperamento mostrará señales de estabilidad durante la infancia y retención en la madurez. Además, el rasgo debe tener o haber tenido un valor adaptativo en la evolución de la raza humana y estar presente en nuestros antepasados animales. La investigación subsecuente falló en mostrar evidencia clara de un componente genético en la impulsividad, lo que llevó a Buss y Piomin a reducir su lista de temperamentos a los primeros tres y a referirse a éstos con las siglas EAS. Buss sugirió que los temperamentos son considerados como una subserie de rasgos de personalidad delineados por manifestación en el primer año de vida, perseverancia posterior y transmisión genética. La emocionalidad, la actividad y la sociabilidad son tres rasgos de personalidad que cumplen estas medidas.
Lo que es heredado tienden a encajar en un rango particular en cada una de las dimensiones de los temperamentos. El rango inicial podría ser algo amplio, pero es reducido por las experiencias vitales durante el desarrollo. Buss y Plomin asumen que una interacción entre el niño y las fuerzas ambientales moldea la personalidad. Por ejemplo, «los niños afectan la conducta de sus padres. Un niño muy activo puede requerir mayor supervisión o control paterno que un niño letárgico, y un niño sociable puede producir (y ser recompensado con) más atención y afecto que un niño insociable». El niño no es pasivo sino que inicie, refuerza y responde, modificando por consiguiente el impacto del ambiente sobre la personalidad.
Buss y Plomin, usaron estudios con gemelos para demostrar en forma empírica la existencia de los temperamentos. Gemelos idénticos se desarrollan del mismo óvulo fertilizado y, por tanto, comparten el mismo genotipo. Los gemelos fraternos, por otra parte, se desarrollan de dos óvulos fertilizados separados y de este modo no son más parecidos en estructura genética que cualquier otro hermano y hermana. Las comparaciones muestran que los gemelos idénticos son significativamente más parecidos en temperamento que los gemelos fraternos. En efecto, los gemelos idénticos separados al nacer y criados en ambientes muy diferentes a menudo son más parecidos que los gemelos idénticos criados juntos. Esto es posible tal vez a que la necesidad de establecerse como individuos distintos no está presente. Además, Buss y Plomin, desarrollaron un cuestionario de veinte reactivos, la Encuesta de Temperamento EASI, con la que los padres podían estimar a sus hijos, y un inventario de autorreporte, la Encuesta de Temperamento EAS para Adultos. Plomin, Scheier, Bergeman y Pedersen reportaron un análisis de adopción de gemelos que produjo estimaciones de heredabilidad significativas tanto para el optimismo como para el pesimismo.
Plomin y Nesselroade sugieren que los estudios genéticos conductuales de cambios a largo plazo en el desarrollo indican que hay poca intervención genética en la personalidad de los adultos. Sin embargo, los cambios en la personalidad durante la infancia son determinados en gran parte por factores genéticos. Plomin y Rende están impresionados con el progreso que ha habido en el siglo XX hacia el entendimiento de las contribuciones genética y conductual para la conducta, y creen que las nuevas herramientas de investigación más efectivas hacen de la genética conductual un campo emocionante.
La teoría del temperamento de Buss y Plcmin sobre el desarrollo de la personalidad está basada en hallazgos empíricos, análisis cuantitativo e investigación experimental rigurosa. Su énfasis en la herencia ayuda en este momento a compensar el descuido de los factores genéticos que caracterizó a la psicología estadounidense durante muchos años.
Otras Investigaciones Biológicas y Genéticas
Progresos y descubrimientos recientes en medicina, neurobiología, inteligencia artificial y ciencia cognoscitiva (la última se centra en la manera en que llegamos a conocer las cosas) proporcionan en este momento una gran cantidad de información sobre el funcionamiento del cerebro. Técnicas nuevas de exploración cerebral, modelos computarizados de redes neurales, investigadores neurofísicos y conductuales de animales y personas, están conduciendo a un campo naciente de neurociencia cognoscitiva que se concentra en la manera en que ocurren las actividades mentales en el cerebro. Post y Ketter emplearon imágenes de emisión de positrones (exploraciones IEP) para medir el flujo sanguíneo comparativo en el cerebro y encontraron que cuando las personas reportaban estar deprimidas, algunas áreas del sistema límbico mostraban menos actividad. Sin embargo, cuando un fármaco procane causó un estado eufórico, como la manía … la actividad límbica se incrementó.
Este es el primer elemento de datos empíricos que algún día pueden establecer que las dimensiones fundamentales de la personalidad propuestas por Eysenck están vinculadas con estructuras o funciones específicas del cerebro. La mayor parte de la investigación sobre el cerebro hasta la fecha se ha realizado en áreas tales como el cultivo de neuronas en el laboratorio, lectura y lenguaje, memoria, instrucciones genéticas, rasgos «emergénicos»-rasgos genéticos que «tienden a no presentarse en familias», percepción visual y cognición, movimiento e ingeniería genética_ Se anticipa que dentro de diez años todos seremos capaces de conocer nuestros riesgos genéticos personales, lo cual plantea cuestiones éticas graves como la de la forma en que será usada la información. Se necesita comenzar a abordar estos asuntos. De hecho, sólo es cuestión de tiempo antes de que la investigación en la neurociencia cognoscitiva llegue al tema de la personalidad y comencé a esclarecer esta área.
Edward O. Wilson, un biólogo evolutivo, sugiere que los seres humanos tienen una necesidad intensa de pertenecer al resto del mundo viviente.
Esta necesidad ha sido llamada hipótesis de la biofilia y algunas personas creen que puede ser tan significativa para el bienestar humano como la necesidad de tener relaciones personales íntimas.
Los Cinco Grandes rasgos de la personalidad
Se llegó a un consenso conforme se aclaró que cinco factores primarios surgen de manera típica de los cuestionarios de personalidad y de los inventarios de los cinco grandes rasgos de la personalidad.
Los «Cinco Grandes» rasgos de la personalidad
Factor | Descripción de los rasgos |
---|---|
Neuroticismo | Ansioso vs. Calmado Inseguro vs. Seguro Tenso vs. Contento Lástima de sí mismo vs. Contento |
Extroversión | Sociable vs. Retraído amante de la diversión vs- sobrio Afectivo vs. Reservado Amistoso vs. Distante |
Apertura | Original vs. Convencional Imaginativo vs. Prosaico Intereses amplios vs. Intereses estrechos Curioso vs. Indiferente |
Agradabilidad | Amable vs. Irritable Bondadoso vs. Despiadado Indulgente vs. Vengativo Cortés vs. Grosero |
Escrupulosidad | Escrupulosidad vs. Negligencia Bien organizado vs. Desorganizado Confiable vs. Poco seguro Cuidadoso vs. Descuidado |
Autorreporte. Estos factores son tan intensos y confiables que se han llegado a conocer en forma popular como los «Cinco Grandes» (Goldberg, 1990; Digman e Inouye, 1986; McCrae y Costa. 1987; John, 1990). Norman (1963) fue el primero en identificar factores similares a los cinco grandes y fue Goldberg (1981) quien revisó la investigación sobre éstos y demostró su poder y consistencia. Los investigadores de la personalidad se han persuadido de que la manera más fructífera de caracterizar a las personas en el momento presente es identificar donde encajan dentro de los siguientes factores: extroversión, agradabilidad, escrupulosidad, estabilidad emocional y apertura a la experiencia (Loehiin, 1992).
El apoyo inicial para el modelo de los cinco factores proviene del análisis del lenguaje: los términos que han sido usados para describir rasgos de la personalidad. Procedimientos complicados de análisis factorial son usados para identificar cuáles rasgos se agrupan juntos. Goldberg (1990) señala que sir Francis Galton (1822-1911), un científico inglés, puede haber sido uno de los primeros en percibir con claridad la hipótesis léxica básica que sugiere que en algunos idiomas del mundo, o en todos, las diferencias específicas más significa ti vas en las interacciones interpersonales son convertidas en palabras unicas. Goldberg cree que a lo largo del tiempo las personas se concentran hacia aquellas características que son cruciales para la interacción interpersonal y desarrollan términos para éstas.
Digman (1990) y John( 1990) han revisado estudios en diversos idiomas (tales como japonés, chino y alemán) de culturas, diferentes y encontraron apoyo para esta hipótesis y para el modelo de los Cinco Grandes.
Otra fuente importante de apoyo para el modelo de los Cinco Grandes proviene del estudio de cuestionarios y estimaciones. Costa y McCrae desarrollaron una herramienta de evaluación objetiva, el NEO-Inventario de Personalidad (NEO-PI) y luego lo revisaron para formar el Inventario de Personalidad Neuroticismo Extroversión Apertura, Revisado (NEO-PI-R).
Esta prueba está desarrollada en forma precisa para evaluar los «Cinco Grandes» (Costa y McCrae, 1992). Son treinta escalas con diez reactivos cada una. A los sujetos se les pide que indiquen, en una escala de cinco puntos (de muy de acuerdo a muy en desacuerdo), si ciertas descripciones se aplican a ellos o no. Este modo de evaluación incorpora observaciones de sí mismo y de sus semejantes, y el instrumento puede ser útil en el diagnóstico de trastornos de la personalidad. McCrae y Costa, Widiger, así como implicar modalidades de tratamiento. Por ejemplo, un extrovertido podría estar mejor en terapia de grupo mientras que un introvertido podría encontrarse más cómodo en una situación de terapia individual. Este enfoque más amplio para la evaluación que incorpora observaciones de los semejantes parece ser una tendencia prometedora.
El NEO-PI-R se correlaciona bien con otros inventarios de la personalidad tales como el 16 PF de Cattell y el Inventario de la Personalidad creado por Eysenck, así como con dispositivos de evaluación desarrollados a partir de otras orientaciones teóricas tales como las de Rogers (estimaciones de clasificación Q) y Murray.
Por último, la evidencia concerniente a la heredabilidad de los rasgos, también respalda a la teoría de los Cinco Grandes. Los estudios con gemelos y otros hermanos están comenzando a mostrar que los hermanos se parecen entre sí sobre todo debido a genes comunes más que por un ambiente compartido. Es claro que cada niño en una familia singular (incluso los gemelos idénticos) experimenta un ambiente único y diferente debido al lugar y papel particulares del niño dentro de la familia. Más aún, la manera en que los padres y otras personas significativas reaccionan ante los niños está influida en forma profunda por el temperamento de la personalidad que emerge temprano en el niño.
No obstante, es difícil saber con exactitud en qué medida la influencia genérica está implicada en el desarrollo de los Cinco Grandes. Por ejemplo, considérese el factor del neuroticismo. ¿Los genes colocan parámetros amplios dentro de los que las experiencias personales deciden cuáles individuos serán ansiosos, inseguros o tensos, o los genes deciden en realidad cual forma de responder ante el infortunio ocurrirá?
Se han realizado considerables investigaciones en esta área, pero no se tienen respuestas definitivas. Tiene que haber alguna combinación de efectos ambientales singulares para el individuo al igual que una interacción genotipo-ambiente. Más aún, se .necesita tener cuidado de no moverse de un énfasis simplista en el ambiente que caracterizó a gran parte de la psicología del siglo xx a uno igual de simplista en la biología. Hay una interacción compleja entre muchos factores.
Buss cree que la psicología de la personalidad necesita de la teoría evolutiva como un marco de referencia y que los Cinco Grandes pueden ser considerados como características significativas del «panorama adaptativo» humano, dándoles a algunos individuos una ventaja selectiva …
Referencia Bibliográfica
Luza, R., (2005), Psicología de la Personalidad, Arequipa, Perú
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