La mayoría de trabajadores dicen que el aspecto más estresante de un trabajo es la interacción con el jefe, aunque esto no es una sorpresa sugiere que las relaciones jefe-empleado presentan algún tipo de problema. Si bien los jefes no son malas personas por naturaleza las creencias indican lo contrario y siempre se tiene en mente la idea de un jefe autoritario y por el contrario los jefes suelen tener la idea de que los empleados tienen algo en contra de su cargo.
Algunas circunstancias que dificultan el trabajo de un jefe son los siguientes:
1. Jerarquías estrictas
El gran problema de muchas organizaciones modernas son sus jerarquías, los líderes están en la parte superior de la cadena y se supone que tienen todas las respuestas, por lo que toman la mayoría de las decisiones, en realidad los conocimientos y la experiencia se extiende por todas las personas en las organizaciones pero son los líderes quienes dirigen y por ello los demás miembros se sienten frustrados debido a que sus conocimientos muchas veces son superiores pero se ignoran con frecuencia.
2. Pobre toma de decisiones.
Los líderes a menudo no toman mejores decisiones que los subordinados e incluso pueden escoger la errada pero muchos trabajadores no se atreven a comunicar su punto de vista por no entrar en diferencias con el jefe, tomar decisiones en base a una estrategia participativa resulta ser más eficaz pero lamentablemente no se implementa.
3. Diferencias salariales enormes.
Los trabajadores a menudo odian a sus líderes debido a la gran diferencia en sus salarios, es difícil sentir simpatía por alguien cuyo salario es superior en más 10 veces que el de un empleado de rango medio. Lamentablemente algunos jefes piensan que tal diferencia de sueldos otorga derecho a implantar órdenes sin pensar en las consecuencias, lo que resulta en pensar que tienen todas las consecuencias y tienen el derecho a tratar a sus empleados de cualquier manera.
4. Expectativas erradas sobre el jefe
Pero los trabajadores también suelen tener una mala idea sobre sus jefes, al tener un sueldo tan bajo en comparación con el de sus jefes y es que muchas veces esperan que tengan una solución para casi todo. Un buen líder debe tener integridad, perseverancia, humildad, competencia, decisión y poder inspirar a sus subordinados pero es poco probable que tenga todas a la vez, como es de suponer un error por parte del jefe suele traer desconfianza entre todos los seguidores.
5. Ascender
Un jefe trata de impresionar a sus superiores no a sus subordinados, esta es otra causa por la que es complicado tratar de “quedar bien con ambos bandos”, en general esta norma origina problemas en todas las áreas entre los jefes y las personas que tienen a cargo.
6. Liderazgo no, trabajadores si
Se ha hablado mucho sobre los problema por los que atraviesa el liderazgo pero y ¿si nos preocupamos más por los empleados en lugar que de los jefes?, los subordinados son las personas que hacen mover a la empresa y con un análisis más detallado de sus expectativas y temores se podrían evitar muchos problemas antes de que sucedan.
7. Acciones antes que el dialogo
Con tantos problemas que atraviesan las empresas no es de extrañar que antes de un conflicto los trabajadores ya tengan la idea que su jefe es un “ogro” y los jefes piensen que sus empleados son unos “holgazanes” (en ambos casos los adjetivos pueden variar) y antes de dialogar se pongan a pensar en huelgas y despidos respectivamente.
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