En la vida siempre tenemos que enfrentar una actividad que trae mucho temor para algunos: realizar una presentación o exposición. En los estudios es muy común mientras que en el trabajo también pueden pedirte que realices una, parece que no podemos evitarla y lo mejor es siempre estar preparada para ella.
En ocasiones un auditorio lleno de personas terminan por provocarnos nervios y nuestras ideas y pensamientos comienzan a perder el orden que teníamos planificado o en otros casos simplemente desaparecen de nuestra mente.
A continuación algunos consejos que pueden mejorar tus presentaciones:
1: Ensayar
Una y otra vez, de esta manera conocerás todos los detalles de tu charla, todas las diapositivas y el orden en que aparecen. Practica delante de un espejo o incluso con vídeo, es decir grabaciones de ti mismo. Esta es la mejor manera de encontrar los posibles errores, incoherencias y también te da la oportunidad de eliminar algún comportamiento erróneo.
Pero lo más importante te sentirás a gusto con el contenido por lo que no necesitaras notas o instrucciones para continuar tu charla pero debes estar bien informado.
2: No repita lo que está escrito en las diapositivas
Es decepcionante cuando un orador expresa textualmente lo que está escrito en cada diapositiva. Brinde a su público un poco de crédito ellos son muy buenos lectores por lo que no es necesario ayudarlos. Su trabajo es dar contexto y detalles a la línea (o dos como máximo) en una diapositiva. O viceversa, también se puede utilizar diapositivas para explicar algo que se menciona durante la conferencia.
3: No sobrecargue las diapositivas
En relación al punto anterior, nada es menos atractiva que una diapositiva con 15 líneas de texto y un gráfico. Es confuso, desordenado, difícil de entender y sirve de poca ayuda a la presentación.
Claro que con menos texto las diapositivas incrementaran su número pero será mejor para la audiencia y permitirá que la narración sea clara y concisa.
4: Hacer contacto con los ojos
Esto puede parecer obvio pero si nos dedicamos a cuidar nuestra postura, pasos, palabras terminamos por descuidar al público. Si usted no hace contacto visual con la gente que está hablando parecerá que estás hablando solo.
5: Conozca a su público
Es muy importante conocer al público al cual se dirige, si usted no es la primera persona en exponer tómese un tiempo y observe al público: son inquietos, hostiles, receptivos o están cansados.
Si es la primera persona también obtenga información del publico con días de anticipación en estos casos es posible reorganizar la presentación para atraer mejor al público.
6: Moverse
Pararse detrás del podio cundo se habla simula, mas una predicación desde el púlpito que una conferencia. El podio representa una barrera física entre usted y el público por lo que es mucho más difícil contactar con ellos psicológicamente.
Así que siempre que sea posible trate de salir de ese podio al escenario, moverse, gesticular y conectarse realmente con el público.
7: No leer un guión
La lectura palabra por palabra de una secuencia de comandos preparados es la manera más rápida de poner a dormir al público. Es completamente normal llevar algunas notas y darles un vistazo de vez en cuando, pero solo es un servicio auxiliar que no requiere ser memorizado.
8: Disminuya la velocidad al hablar
En ocasiones los nervios nos obligan a hablar muy rápido y acabar el contenido del tema mucho antes de lo planificado. Es mucho mejor para el público realizar un discurso pausado y con ritmo natural ya que permitirá ser asimilado mejor. Hable con naturalidad y utilice pausas cuando quiera resaltar algún punto.
9: Utilice un poco de humor
El humor es una herramienta muy importante en toda presentación, provocar sonrisas al inicio asegurara que se gane al público además alivia la tensión colectiva en la sala casi de inmediato si vienen de una charla extensa y aburrida por otro lado también facilita la transición a la mayor parte del contenido.
10: Sea apasionado y enérgico
Para entender mejor este tema simplemente observe hablar a una persona que lo cautiva al hablar, que transmite esa energía a todo su público y lo atrae a seguir escuchando su discurso.
Es muy probable que esa persona levante la voz cuando la charla lo necesite, sea efusiva, levante las manos al aire cuando toque un tema especial, ese tipo de energía es totalmente beneficiosa y el público apreciará el esfuerzo.
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