¿Porque si me sacrifico trabajando en el campo directo, mi jefe gana mas estando sentado en su oficina?
Muchos trabajadores de diversas áreas, que tienen como labor persuadir al público en una venta directa se han hecho esta pregunta.
Caminar largos tramos, bajo un sol imponente, recibiendo negativas, con mi presupuesto ajustado y bajo la presión de un sueldo por comisión, son las causas que conducirían a tener un pésimo concepto de mi jefe y de la empresa, puesto que además de exponer mi salud por el esfuerzo físico realizado a lo largo del día sin la adecuada alimentación, expongo también mi seguridad, ya que por mandato de la empresa debo recorrer infinidad de lugares peligrosos de transitar, no pudiendo reclamar estas situaciones ya que me tildarían de “negativo”. A todo esto le agrego el hecho de no poder realizar mas actividades en mi vida personal y no porque la empresa me lo impida, sino porque la cantidad de horas de trabajo no me lo permiten.
Al analizar la cantidad y la calidad de mi trabajo pienso en la labor que desempeña mi jefe, ya que lo imagino sentado en la oficina, con una bebida helada en su escritorio, diseñando algún tipo de estrategia para el crecimiento de la empresa. Después de largas horas de trabajo llego a reportarme a su oficina y al mostrarle mi rendimiento, lo observo tal y como lo vi por la mañana cuando recibí su motivación y sus indicaciones; e inevitablemente comparo mi traje desaliñado, mis zapatos blancos y mi rostro cansado con los suyos, tratando de hallar el sacrificio que realicé al finalizar el día también en él, no encontrando punto de comparación alguna.
De aquí surge la pregunta planteada al inicio: ¿yo que realizo un trabajo abnegado y sacrificado realmente merezco un sueldo por comisión? ¿son suficientes los incentivos y las promesas de viajes? ¿mientras mas sacrificio personal y físico realice mas “positivo” y mejor trabajador seré?
¿yo que traigo reales ingresos a la empresa no debería ganar mucho mas?
El valor del trabajo es innegable, pero hasta que punto podemos ser tolerantes y pasar de tener una necesidad, a aceptar el abuso y la falta de consideración con el trabajador.
Un buen jefe de una buena empresa, es aquel que valora la calidad del trabajo, resalta las cualidades de su trabajador y sobre todo respeta sus derechos como ser humano.
A partir de ese punto tanto la máxima cabeza de la empresa, así como los demás trabajadores, irán de la mano contribuyendo al crecimiento de la misma.
Cristina says
Tratar este tema es necesario, ya que hoy ne dìa la competitividad de las empresas se acrecienta y el Jefe de una empresa debe rendir màs para sacar adelante a su empresa; por lo tanto deberìa ser bièn remunerado.
pero el motor y base de dicha empresa es EL PERSONAL QUE LABORA EN ELLA, es decir los empleados.Si queremos que los empleados hagan un execelente y adecuado trabajo, si queremos exigir el màximo rendimiento de los empleados: Tambièn dichos empleados DEBEN SER BIEN ESTIMADOS, COMO TRABAJADORES Y COMO SERES HUMANOS, ESPECIALMENTE LAS DAMAS.
Si es un trabajo que se va a realizar en el campo, donde los trabajadores tienen que hacer largas caminatas por lugares peligrosos, expuestas a toda clase de peligros, tocando puertas de gente desconocida, expuestas al sol y expuestas a adquirir càncer de piel; entonces a a dichos trabajadores se les debe brindar SEGURIDAD PERSONAL: es decir que vayan con un personal de seguridad, se les debe brindar MOVILIDAD, REFRIGERIO Y UN BUEN SUELDO DIGNO de acuerdo a la canasta familiar actual.(porque tienen familia e hijos).
Los Jefes de las empresas nompueden ser tan crueles e inhumano, y algunos jefes se limitan a «Explotar»y maltratar a su personal y enriquecerse sin tener ninguna consideraciòn a su personal….les pregunto a esos malos jefes:¿Asì va a surgir su empresa?…..no estamos en la època de Hittler, estamos en una sociedad democràtica.
Serìa bueno que la SUNAT y otras instituciones hagan una supervisiòn a dichas empresas para ver si los jefes estàn cumpliendo sus compromisos con el estado.
Gracias.
Brenda says
Como dicen muchas personas, de las experiencias se aprende, y esto es muy cierto ya que sólo pasando este tipo de cosas empezamos a darnos cuenta como funcionan algunas entidades. En sí, lo ideal sería que se diseñen estrategias que en realidad funcionen, o por lo menos hacer participar a los empleados en tales porque como dicen tres cabezas piensan mejor que una, y esto no significa que el empleado se ponga al nivel del gerente si es a lo que le tiene miedo, sino que distintas personas tienen distintos puntos de vista, y claro siempre todo con el respeto debido, no probar estrategias mediante los trabajadores que lo único que se consigue es exponer a los mismos a diversas situaciones tratándolos así como «ratones de laboratorio» con los cuales se experimenta para ver si tiene o no efecto un fármaco. Y lo peor de todo, es que los que ahora son gerentes tal vez hayan pasado lo mismo que están haciendo ahora con sus trabajadores creándose así un círculo vicioso de nunca acabar
Marco says
El problema no es que cobre mas que tu, el problema es que tu creas que tu jefe se pasa el dia tocandose las narices, de ser verdad sal corriendo de allí ya mismo que a la empresa le quedan dos dias.
Si por el contrario tu jefe hace bien su trabajo, llevando adelante la empresa, soportando las presiones de bancos, proveedores, acreedores, clientes, rumiando noche a noche que puede mejorar mañana para llevar su empresa un pasito mas……Si tu jefe es así y aun asi a ti te parece poco y crees que tu eres mucho mejor que el y mereces mas……adelante monta tu empresa!
Que facil es llorar en vez de arrimar el hombro.
Manuel says
Perdona es un problema de comparaciones. El problema es tuyo, por lo tanto monta tu propia empresa y manda a paseo a tu jefe con sus problemas de bancos. Tu vales mas entonces monta tu empresa, pero no te olvides que vas a tener que contratar a alguien y delegar tus asuntos. Lo malo es que tu trabajadora te haga lo mismo.
Ay que mundo de locos.